Recuperados 6 de los 28 mayores contagiados en las residencias vizcaínas

La vacuna de Pfizer, que llegó a las residencias el pasado mes de enero, demuestra su eficacia también entre aquellos que resultan contagiados. En las primeras semanas barrió los brotes masivos y se desplomó la cifra de casos, que pasó de unos 350 a ninguno. Pero, además de evitar la propagación, muchos expertos confiaban en que ese 5% que finalmente se contagia -la eficacia de la vacuna ronda el 95%- tendría un cuadro mucho menos grave. Es un efecto que se ha probado en el conjunto de la sociedad, donde la letalidad del virus cayó en picado y que se confirma también en el ámbito de las personas de edad muy avanzada y pluripatológicas, que es el perfil de los residentes vizcaínos. El porcentaje de asintomáticos, incluso en este colectivo, está siendo alto.

La evolución permite confiar en que, si no aparecen nuevos brotes, las residencias podrían regresar a la cota cero de contagiados, un hito que alcanzaron a finales de febrero y a la que han regresado en numerosas ocasiones desde entonces.

Según las mismas fuentes oficiales, la cifra de trabajadores contagiados en estos momentos es de 43, muy inferior a los registros previos a la inoculación de la plantilla. Todos ellos están en cuarentena. El 94% de los empleados de residencias está vacunado en Bizkaia y muchos de los positivos tienen las dos dosis. El efecto vuelve a ser el mismo: se contagian infinitamente menos -llegaron a ser varios cientos- y, cuando lo hacen, evolucionan de forma mucho más favorable.