Récord de consultas por infecciones de transmisión sexual en Bizkaia

El pasado año desde el propio Servicio de Salud se reconoció la «saturación» que estaba registrando esta unidad, ubicada en el ambulatorio de Bombero Etxaniz (Bilbao) por el incremento en el volumen de pacientes, lo que se traducía en un aumento de los tiempos de espera para ser atendido. Osakidetza reforzó el equipo con más profesionales, gracias a lo que se han estabilizado las demoras.

Las consultas urgentes de personas con síntomas se atienden en un plazo medio que va desde el mismo día en el que se pide cita hasta un máximo de tres jornadas. En el caso de las primeras asistencias no urgentes su dilación oscila entre las 4 y las 7 jornadas. En cuanto a los cribados de personas asintomáticas, aquellas que han mantenido alguna relación sexual de riesgo pero no saben si se han infectado de alguna enfermedad, el plazo habitual es de 7 días, según se recoge en un informe enviado por el Departamento de Salud al Parlamento vasco, en respuesta a una solicitud de información presentada por Ikoitz Arrese, de EH Bildu.

Estos datos se conocen unas semanas después de que la consejería hiciese pública la memoria de 2023 sobre ITS en Euskadi. El pasado año Osakidetza diagnóstico un total de 1.484 nuevos casos de clamidia, otros 1.109 de gonorrea, 274 de sífilis y 134 de VIH, con una mayor prevalencia general de estas infecciones en hombres que en mujeres.

Salud alertó en junio de que es entre los menores de 25 años donde se detectan más enfermedades sexuales. Se les considera un colectivo «especialmente vulnerable» ante unas enfermedades que, según advirtieron entonces desde Osakiderza, se están convirtiendo en un problema de salud pública a nivel mundial.

Detrás de este crecimiento están varios factores. Uno de ellos es la baja percepción del riesgo. El sida ya no da el miedo que daba antes y la mayoría de ITS son curables o bien se pueden convertir en crónicas gracias a la medicación. De ahí que las medidas de protección individual tengan una implantación inferior a la de décadas atrás. Prueba de ello es que menos de la mitad de los jóvenes utiliza preservativo a la hora de practicar sexo, según los datos que maneja Salud.

Otro factor determinante es cómo han cambiado los encuentros sexuales. Los cambios sociales, junto a la irrupción de aplicaciones de contactos, facilita estas citas. De hecho, el perfil actual de la persona que se contagia de una de estas enfermedades en Euskadi es la de un joven -dos de cada tres nuevas infecciones se detectan en menores de 34 años-, usuario de las redes sociales y que practica sexo esporádico con relativa frecuencia o tiene varias parejas sexuales al mismo tiempo, tal y como explicaron desde la consejería.