«No quiero que ese sufrimiento se repita, ni para mí ni para mis hijos»

Aquella experiencia le sirvió para saber que ella no quería pasar por lo mismo, ni que lo hiciesen sus seres queridos. Por eso lo ha dejado todo bien atado. Eloísa es una de las 40.877 personas en Euskadi que han elaborado un documento de voluntades anticipadas, según los datos del Ministerio de Sanidad. En él deja claro qué se debe hacer con ella en caso de que una dolencia o un accidente la dejen incapaz.

«Si el cuerpo o la cabeza no me responden no quiero ser un cuerpo inerte. Cuando pierda mis facultades ese será el momento en el que recibiré la eutanasia. Así lo he dejado por escrito. Es mi voluntad. No voy a ser una carga para mis hijos ni para la gente de mi alrededor. Tampoco quiero que nadie decida por mí. No me parece justo que recaiga sobre mis hijos el peso de tomar esa decisión, que puede ser muy difícil cuando se trata de un ser querido», indica con decisión esta bilbaína de 58 años.

Desde la entrada en vigor de la ley de eutanasia hace dos años el número de vascos que ha registrado uno de estos documentos de instrucciones previas se ha incrementado un 30%. Son varios los lugares donde puede completar. Uno de ellos es el Colegio de Médicos de Bizkaia. Allí acudió Eloísa y también Carmelo Bizkarra. Él también vivió una experiencia con una familiar que le dejó marcado. En su caso fue su tía. Sufría alzhéimer y estuvo diez años en los que ya no reconocía a nadie. «Fue muy duro para todos y no quiero que ese sufrimiento se repita ni para mí ni para mis hijos. No me quiero ver en esa situación, en la que ya no eres tú», asegura.

En el Colegio de Médicos de Bizkaia ofrecen asesoramiento y ayuda técnica a las personas que quieren tramitar un documento de voluntades anticipadas. Los interesados deben asistir a dos reuniones en las que están presentes facultativos expertos en la cuestión. En la primera se les informa sobre todo el proceso y se les resuelven sus dudas. En una segunda, una vez han reflexionado su decisión, les ayudan a rellenarlo y a inscribirlo en el registro del Gobierno vasco.