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Convencidos y sin un resquicio de duda de haber elegido AstraZeneca para completar su inmunización. Así llegaban ayer a los puntos de vacunación los profesionales esenciales en el primer día de administración de la segunda dosis de este preparado británico para los que habían rechazado ... Pfizer para completar la pauta. Policías, profesores, monitores de comedor, estudiantes de carreras sanitarias... compartían unas ganas enormes de poner punto final a una pesadilla de retrasos, dudas, cambios de decisiones de las autoridades e informaciones contradictorias. «Vamos a vacunarnos con AstraZeneca porque hacemos caso a los científicos, no a los políticos», resumía una profesora, Leire Téllez, a las puertas del vacunódromo de Galdakao.
La jornada de ayer registró cifras de récord en el proceso de vacunación en Euskadi. En el BEC se formaron colas a lo largo de todo el día con las cientos de personas que habían sido citadas y que llegaban en una hilera continua. Entre ayer y hoy se van a pinchar 10.000 dosis en La Casilla y otras tantas en el BEC. Son números que se acercan al máximo de capacidad diaria de los dos grandes 'vacunódromos' de Bizkaia y que hasta ahora no se habían alcanzado en esta campaña. En Vitoria se acercarán a los 9.000 pinchazos entre ayer y el lunes.
En el polideportivo de La Casilla, uno de los puntos de vacunación masiva ayer, había filas para los que iban a recibir la dosis en su turno de edad, mientras que los profesionales esenciales entraban casi según llegaban. Cada pocos minutos salía personal de Osakidetza a las puertas y gritaba: «¡¿Alguno para AstraZeneca?!» y una riada de candidatos abandonaba la fila y entraba casi a la carrera. «Queremos acabar ya y con la misma vacuna que la primera vez. No nos dieron a elegir entonces, cuando igual no queríamos AstraZeneca, pues ahora nos deben poner la misma», zanjaba Esti Santiago, maestra de Infantil, a las puertas de La Casilla.
«Es lo que recomiendan los científicos, los expertos... todo el mundo menos el Gobierno», destacaba Irune Roy, otra profesora de una escuela pública de Bilbao. «Yo no quería AstraZeneca y nos la pusieron. Y ahora los epidemiólogos aconsejan que sea la misma, pues es lo que hay que hacer», resaltaba Ana Pérez, docente del colegio Jado de Erandio, que estaba tranquila a pesar de que la primera inyección le dio fiebre y dolores. «El ensayo de mezclar con Pfizer ¡se hizo con 400 personas!, cuando la seguridad de la pauta completa con AstraZeneca la avala la experiencia con millones de vacunados. ¿Para qué vamos a hacer experimentos?», comentaba un joven policía vacunado ayer.
A estos profesionales esenciales solo les había hecho dudar que las dosis de AstraZeneca no llegaran a tiempo para no rebasar ese limite de 16 semanas para recibir la segunda inyección. «No quería mezclar. Es la recomendación de la Agencia Europea del Medicamento. Pero dudé en aceptar la de Pfizer porque parecía que no había suficientes de 'astrazenecas' y no quería más retrasos. Cuando vi que habían llegado vacunas, pedí cita», explicaba otro docente de instituto, Raúl García.
En el polideportivo Urreta de Galdakao se administraba ayer por la tarde AstraZeneca a trabajadores esenciales. Uno de ellos, Iñaki, ertzaina de profesión, sumaba ya 15 semanas de espera a la segunda dosis. «Hemos soportado mucha incertidumbre. Estoy ya en el límite de espera y además necesitaba acabar antes de las vacaciones, por eso he llegado a dudar si ponerme Pfizer. Pero yo tenía claro que quería la misma que la otra vez», comentaba. También se mostraba convencida con su decisión la estudiante de Enfermería María San Juan. «No quería mezclar. En este tema ha habido mucha política por medio», se lamentaba.
En las esperas de los centros de vacunación había muchas ganas de cerrar este capítulo. «Quiero terminar ya. Por mi tranquilidad y la de mi familia. Y retomar una vida más normal», opinaba la docente Nahikari Casado, a la entrada del polideportivo de Galdakao.
La intensa jornada de ayer provocó largas colas en el 'vacunódromo' del BEC, en el que se había citado tanto a primeras dosis como segundas por grupos de edad y a los trabajadores esenciales que habían optado por AstraZeneca. En algunos momentos la hilera de personas que partía del pabellón 6, en un extremo del largo hall de la feria de muestras, llegaba prácticamente hasta las puertas del pabellón 2, en la otra punta, según informó Sergio Llamas. Sin embargo, los tiempos de espera no eran excesivos por la rapidez con la que el personal de Osakidetza realizaba todo el proceso.
La sensación general era de alivio. «Da tranquilidad haber terminado», comentaba Daniel Fuente, vecino de Uribe-kosta, tras recibir su segunda dosis de Pfizer. «Ya tenía ganas de que llegara este momento. Parece que cuando terminas la vacunación descansas un poco». El santurtziarra Fernando San José también sentía la misma tranquilidad: «Habrá que seguir un poco más con la mascarilla, pero te quedas descuidado ahora que viene el verano». El baracaldés Luis Ángel Ubierna tuvo que esperar un buen rato para recibir la inyección pero explicaba que, una vez dentro de la zona de vacunación todo iba muy rápido.
Un coordinador del servicio de vacunación salía cada cierto rato del interior de los pabellones para observar las colas y asegurarse de que todo funcionaba correctamente. El joven explicaba que la jornada de ayer «es más intensa», pero que había «personal suficiente para atender a los usuarios en condiciones».
Osakidetza tiene la intención de administrar de sábado a lunes cerca de 75.000 dosis. E incluso más. Salud trabaja para que el grueso de las 219.230 unidades que se han recibido esta semana –el mayor envío hasta la fecha– acaben pinchadas antes del martes. De cumplirse estas previsiones, Euskadi alcanzaría con holgura durante el fin de semana dos de los hitos de la campaña. Por una parte, superaría el millón y medio de profilaxis inyectadas desde diciembre (hasta la noche del jueves se habían inoculado 1.468.961). Y por otra, alcanzar el millón de personas vacunadas con al menos una dosis. Según datos del pasado martes, hay ya 970.000 vascos en esa situación. Estos días se están utilizando todos los tipos de vacunas: Pfizer, Moderna, Janssen y AstraZeneca.
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