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El cáncer es la primera causa de muerte en Euskadi. El envejecimiento de la población explica que uno de cada tres vascos fallezca a consecuencia de esta enfermedad, que aglutina más de 200 patologías diferentes. Un ejemplo muy claro es el de mama, ... que cuenta con al menos siete subtipos. En cualquier caso, los avances de la medicina han permitido que la supervivencia haya aumentado significativamente entre 2000 y 2012 (últimos datos). A los cinco años del diagnóstico sobreviven el 52% de los hombres y casi el 60% de las mujeres, lo que supone una mejora de seis puntos en los varones y de cinco en el sexo femenino, además de ser una tasa algo superior a la de España y Europa.
Este resultado es fruto también de las nuevas formas de abordar la dolencia en función de la persona. Y es que la panoplia de patologías en torno a la palabra 'cáncer' convierte en más verdad que nunca el conocido aforismo según el cual 'no hay enfermedades sino enfermos'. Y como cada paciente es único, el Plan Oncológico de Euskadi plantea, entre otras medidas, «humanizar la atención».
El viceconsejero de Salud, Iñaki Berraondo, explica a EL CORREO las diez claves fundamentales del documento que debe guiar hasta 2023 la actuación de todos los profesionales de Osakidetza cuando traten a un paciente, un trabajo que ha recibido el premio 'Best in Class 2018', como mejor estrategia en oncología de España.
Aumentar la supervivencia
Cada año se diagnostican en Euskadi 13.500 nuevos casos de cáncer. El primer gran objetivo del Plan Oncológico, presentado hace escasas fechas en el Parlamento vasco, es aumentar los años de vida de los pacientes. «La situación de partida es buena, pero hay que avanzar para aminorar la mortalidad de una enfermedad que tiene un gran impacto emocional en quien la padece y en su entorno y una gran repercusión en la sociedad. Y es que «uno de cada tres vascos va a padecer un tumor», resalta Berraondo. En este punto, se considera muy importante «depurar los sistemas de información para que los epidemiólogos tengan información lo más actualizada posible»
Humanizar la atención
Por el impacto emocional que tiene el diagnóstico en el enfermo y su entorno, la atención debe ser integral, es decir, que además de procurar la curación tenga en cuenta las necesidades psicológicas y sociales del paciente en cada fase del tratamiento. «Se trata de empatizar con el enfermo». Para ello, Osakidetza formará a los profesionales en habilidades sociales y de comunicación. La relación médico-paciente «debe estar basada en la confianza» para favorecer que los enfermos pregunten y los sanitarios «venzan el miedo a responder» con el fin de favorecer que mantengan la esperanza «sin crear falsas expectativas».
Se puede prevenir
Gran parte de los tumores conocidos se deben a factores evitables. Por ello, las iniciativas y las estrategias de promoción de los hábitos saludables, como la práctica de ejercicio o de una alimentación equilibrada, son claves en el Plan Oncológico. Así, se incidirá en las estrategias para que los menores no se inicien en el consumo de alcohol o lo hagan lo más tarde posible porque es un importante factor de riesgo. También se insistirá en el abandono del tabaco, que está directamente relacionado con los tumores de pulmón y vejiga, y en la protección frente al sol para evitar un melanoma. En el ámbito laboral, de la mano de Osalan, se vigilarán los centros de trabajo para que sean entornos seguros, sin exposición a agentes cancerígenos.
Tratar cuanto antes
El diagnóstico precoz es fundamental para, en caso de enfermar, iniciar cuanto antes el tratamiento. Para ello, se seguirá impulsando la participación en los programas de detección del cáncer de mama y colon, ya consolidados, y se culminará el de cérvix. Además, se valorará la posibilidad de implantar cribados de otros tumores mediante un análisis de los beneficios y de los riesgos de realizar pruebas diagnósticas masivas que pueden dar falsos positivos o acarrear intervenciones innecesarias cuando el tumor está en fase inicial y es de crecimiento lento.
Comités de tumores
Todas las organizaciones sanitarias con servicio de oncología deberán contar con comités de tumores, en los que participarán las diferentes especialidades que intervienen en el tratamiento del cáncer: patólogos, radiólogos, oncólogos médicos y radioterápicos, cirujanos y, por supuesto, la especialidad correspondiente al tumor a estudiar (ginecólogo, neumólogo...). El objetivo es que cada paciente tenga el diagnóstico más preciso y el tratamiento más eficaz posible.
Casos difíciles de baja prevalencia
Hay procesos oncológicos de alta complejidad y baja prevalencia que requieren de procedimientos y tratamientos de alta especialización. En estas situaciones, la concentración de un volumen mínimo de casos en determinados hospitales supone centralizar los conocimientos y los medios y, por tanto, mejorar los resultados. Un ejemplo, la radioterapia estereotáxica cerebral se concentrará en Cruces.
Marcadores genéticos
En alguno casos de cáncer de pulmón, colón y mama ya se está aplicando la medicina personalizada de precisión a partir de los marcadores genéticos del enfermo. El plan propone avanzar en esta línea para ofrecer al paciente el tratamiento que mejor se ajusta a sus características.
Mejorar el sistema de información
El País Vasco cuenta con un 'Registro del Cáncer' que está considerado uno de los mejores de Europa, pero el plan plantea mejorar los sistemas de información para, entre otros objetivos, evaluar los resultados de los carísimos fármacos innovadores. Se trata de medir los resultados en la salud que un determinado fármaco ha sido capaz de ofrecer a cada paciente. Ya se ha ensayado está fórmula en cánceres de mama y pulmón tratados en los hospitales de Cruces y Donostia.
Grandes supervivientes
Se define como largo superviviente de cáncer a la persona que a los cinco años de recibir el diagnóstico está libre de la enfermedad, algo cada vez más habitual en determinados tumores. El seguimiento de estas personas se hace en los hospitales y se centra en la detección de complicaciones o recaídas, pero también debe ocuparse de aspectos como las secuelas psíquicas o el mantenimiento de estilos de vida saludables. El Plan Oncológico de Euskadi propone establecer protocolos de seguimiento entre la atención primaria y los especialistas.
Cuidados paliativos
Cuando el cáncer es irreversible, hay que garantizar cuidados paliativos. Tienen equipos específicos el hospital Santiago y el de Leza, en Álava; Santa Marina, Gorliz y San Juan de Dios, en Bizkaia; y Eibar y la Fundación Matía, en Gipuzkoa. Para los enfermos en casa, está la hospitalización a domicilio. Para los niños, se quiere desplegar en los tres territorios la atención paliativa a domicilio, coordinada desde la unidad específica existente en Cruces.
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