«Nos ha pillado con el pantalón bajado»
Yo me quedo en casa ·
El coreógrafo bilbaíno vive la pandemia desde otra perspectiva en Montevideo y no se reconoce en algunos comportamientos tópicos en EuropaSecciones
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Yo me quedo en casa ·
El coreógrafo bilbaíno vive la pandemia desde otra perspectiva en Montevideo y no se reconoce en algunos comportamientos tópicos en EuropaLa pandemia le ha cogido a Igor Yebra a 10.222 kilómetros de casa, en Montevideo, donde dirige el Ballet Nacional del Sodre. Además de ser siempre un gusto charlar con él por su capacidad para la comunicación directa, sin peajes, viene bien contar con ... otro punto de vista del confinamiento, de cómo se está viviendo esta pandemia en un país, Uruguay, donde impera otra educación y sentido de la vida. «Aquí es un problema aún en ciernes comparado con Europa, pero hemos tenido lógicamente que parar la actividad de la compañía, la gente se confina por precaución aún sin tratarse de una orden. Pero estoy muy pendiente de lo que pasa ahí, con familia en Francia y España. En mi escuela de Bilbao he tenido que hacer un ERTE», reconoce desde ultramar.
Un mismo problema, aún de diferente intensidad, en un país donde hay otro tipo de valores, de sentido de la vida. Se han cerrado los colegios y la incertidumbre no radica en cómo seguir las clases de los alumnos, su educación, sino en muchos casos «proporcionarles la comida que tenían en los colegios y que muchos en sus casas no tendrán». Es algo que enerva a Yebra cuando sigue la actualidad de lo que ocurre en Europa. Por ejemplo, con el desmán inicial en los supermercados. «Eso que quiere decir que te quieres ir con el culo limpio a la tumba. Qué tipo de sociedad de estúpidos hemos construido. Aquí la gente se tiraría a por el arroz y la carne, lo verdaderamente esencial».
Tiene bajo su mando a 64 bailarines y un total de 86 personas en la compañía. Acababan de estrenar una versión de 'Un tranvía llamado deseo'. «Estrenamos el jueves 12 y ya se habló del primer caso en el país; el 13 nos dijeron que se cancelaba y el domingo 14 anunciaron que se cerraban los teatros como mínimo hasta el 13 de abril. Algunos bailarines han regresado a sus países y otros quieren pero no pueden hacerlo por el cierre de fronteras. Los que quedamos trabajamos a diario a través de Zoom y yo formo parte de un retén que me obliga a ir al teatro para idear los planes B, C.... Sólo la cancelación de esta obra nos ha supuesto unas pérdidas de unos 98.000 euros. Además, he cancelado una gira por Argentina y también iba a volver a España -con parada en el Euskalduna- con 'La Bella Durmiente', de Agatha Ruiz de la Prada. Y aquí los funcionarios se han congelado el sueldo un 20%».
Sabe que en Uruguay la gente lo va a pasar mal, aunque el país lo ha visto venir y parece mejor preparado. La primera semana del problema había una lectura parcial de paro de 6.200 personas que en quince días creció hasta los 84.000. «Por eso hay muchas iniciativas para crear locales de acogida, ollas y cestas solidarias para garantizar la comida». Y añade como dato Igor Yebra el riesgo extra que corre una población «con una media de edad muy alta. Fíjate en los presidentes -Tavaré, Mujica y Sanguinetti son octogenarios y Lacalle casi-. No sé lo que toman pero aquí la gente vive mucho».
Y concluye con un alegato. «Vivo en un país donde la gente ha estado encerrada de verdad, pero en cárceles. No es un apocalipsis, pero seremos imbéciles si no buscamos soluciones. Nos ha pillado con el pantalón bajado y afecta sobre todo a los que se partieron el lomo para que ahora seamos los más caprichosos del mundo y llenemos el carro con patatas fritas».
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