Piden restringir aún más los contactos en el Valle de Mena, Villarcayo y Medina de Pomar

La situación de la pandemia en Burgos preocupa a las administraciones. Después de confinar Aranda de Duero por la rápida expansión de los contagios en esta segunda ola, los responsables miran con lupa todas las comarcas de la provincia vecina, algunas muy visitadas por vascos en verano. Es el caso del Valle de Mena, Villarcayo y Medina de Pomar.

En las últimas horas, la Junta de Castilla y León ha insistido en su petición de casi 'autoconfinarse' para frenar la curva en estos municipios, además de en otra veintena. Entre las recomendaciones que hacen las autoridades está la de restringir el contacto social. Llaman así a intentar no quedar con personas que no formen parte del núcleo familiar, a evitar reuniones de más de 10 individuos y a limitar la exposición en espacios cerrados (bares, restaurantes, hoteles, etc.).

La situación en estas comarcas, elegidas por muchos ciudadanos de Euskadi para disfrutar de sus días de verano, se ha agravado desde julio. De hecho, en Espinosa de los Monteros, por ejemplo, siguen sin tener el centro de salud abierto a causa de un brote en el que se contagiaron ocho trabajadores del mismo. En estas zonas la incidencia es superior a cinco casos de Covid-19 por cada 10.000 tarjetas sanitarias, una situación que se expresa en color naranja en el mapa de la Junta que alerta sobre la situación del coronavirus en el territorio. Y además de las tres zonas señaladas, también están el Valle de Losa, el de Tobalina y Belorado, entre otras localidades cercanas al País Vasco.