Los pediatras piden quitar las mascarillas en las aulas como ensayo para el resto de la población

El objetivo es que, para mediados de mayo, niños y adolescentes puedan volver a verse las caras tanto en el patio como en los pupitres. Con ómicron en clara remisión, y dado el avance de la vacunación pediátrica, la ausencia de restricciones en la vida social y el cambio de paradigma en la gestión de la pandemia, priorizando las pruebas en la población vulnerable y otorgando menos importancia a que el virus campe a sus anchas, los especialistas consideran que ha llegado el momento de dar un paso más.

Pasar página en los centros educativos no de golpe, pero sí poco a poco. La plataforma que agrupa a los pediatras de todo el país ha propuesto un calendario concreto para suprimir la norma. Plantean que se haga en función de la edad: los más pequeños primero y los más mayores los últimos. Una 'desescalada' progresiva que responde a la certeza de que la capacidad de contagio es menor cuanto más baja es la edad del infectado. «Publicaciones recientes indican que la transmisión del virus es edad-dependiente. Los menores de 6 años están exentos de llevar mascarilla y se ha podido mantener el funcionamiento de las aulas infantiles, probablemente porque su capacidad de propagar el virus es menor que el de los más mayores», afirma Itziar Astigarraga, presidenta de la Sociedad Vasco Navarra de Pediatría y jefa del Servicio de Oncología Infantil en el hospital de Cruces.

Según el documento de la AEP, los primeros alumnos en liberarse de la mascarilla serían los de primero y segundo de Primaria a partir del próximo día 28. Cada dos semanas se incorporarían dos nuevos cursos por tanda, hasta llegar a la ESO y Bachiller. Para el 9 de mayo, todo el alumnado podría acudir a las instituciones académicas sin protector.

Los escolares vascos llevan 17 meses obligados a portar el tapabocas en las aulas. La medida se ha mantenido desde la vuelta de la presencialidad, en septiembre de 2020. Pero ahora, tras casi dos años de crisis sanitaria, se conoce mucho más de la infección y los expertos han podido acreditar que los niños conforman un grupo etario «poco vulnerable a la enfermedad grave» y transmiten el virus en menor proporción que los adultos. «Es una buena noticia ir pensando en normalizar la vida escolar», opina Astigarraga.

«Hay que manejar la covid como el resto de infecciones virales que afectan a la infancia -dice Gontzal Martínez de Hidalga, pediatra en Basurto y en el ambulatorio de Altamira-. Con los niños hemos actuado de manera histérica y se les ha acusado de ser hipercontagiadores cuando no había datos para saberlo». Junto a otros 15 especialistas de Osakidetza, ha emitido un comunicado solicitando «suspender» las normas covid en las escuelas. Al igual que las entidades médicas, abogan por acabar con las cuarentenas para los contactos y con los grupos burbuja.

En este nuevo tiempo en el que se adentra Euskadi tras el fin de las restricciones, piden «no seguir penalizando a los más pequeños». De hecho, alertan sobre los efectos negativos de la mascarilla en el desarrollo emocional y en la capacidad de aprendizaje. «La sonrisa y la musculatura facial son primordiales para el desarrollo emocional en las primeras etapas de la vida», argumenta Martínez de Hidalga.