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La tercera ola mantiene su intensidad. Euskadi sigue una jornada más por encima del millar de casos diarios. Los últimos datos conocidos ayer dejan 1.090 nuevos contagios. Son 174 menos que el día anterior -siempre es bueno bajar-, aunque la tasa de positividad ... no ha variado ni una décima. Se mantiene en un elevado 7,3% en las últimas dos jornadas. El viernes se analizaron 14.057 pruebas. Un día más Bizkaia concentró el grueso de los nuevos casos, con 608 infecciones, por 301 en Gipuzkoa y 161 en Álava. Otros 20 casos correspondieron a personas con residencia fuera del País Vasco.
Pero uno de los aspectos más significativos que dejaron los datos del último día es la creciente tensión a la que están siendo sometidas las UCI vascas en esta tercera ola. Los 151 pacientes en estado crítico que estaban siendo atendidos a primera hora de ayer -once más que el día anterior-, suponen no solo la cifra más alta de esta tercera ola y superior al pico alcanzado en la segunda (146 el 14 y 15 de noviembre). Es que hay que remontarse al 17 de abril, en plena primera acometida del virus para encontrar este nivel de ocupación. Aquel día, en pleno confinamiento domiciliario para contener la expansión del SARS-CoV-2, eran 150 los enfermos covid que atendían en las UCI vascas.
Muchas cosas han cambiado desde entonces. En primer lugar el perfil de los pacientes críticos. Ahora son más jóvenes. Y ello, sumado a que los manejos de estos enfermos y los tratamientos que se les aplican se han perfeccionado, hace que el tiempo medio de estancia en una unidad de críticos sea menor ahora que en abril. De las 3-4 semanas de ingreso habituales en estas unidades de un enfermo Covid se ha pasado a los 10-14 días actuales.
Otro aspecto diferente es que el 17 de abril de 2020 la ocupación en las UCI mostraba una clara línea descendente, fruto del confinamiento domiciliario. Dos semanas antes registraron su pico con 236 pacientes. Ahora, en cambio, muestran una tendencia al alza iniciada el 9 de enero, justo después de finalizar el periodo navideño que ha favorecido la reactivación de la circulación del virus en Euskadi y en el conjunto de España. La previsión es que el número de pacientes Covid en las unidades de críticos siga aumentado hasta entrada la segunda mitad de febrero, según las estimaciones de Osakidetza.
Los profesionales de las unidades de críticos no esconden que el volumen de ingresos de estas últimas fechas les ha sorprendido. En hospitales como Cruces han registrado picos diarios de nuevas hospitalizaciones por Covid en las UCI que no se veían desde la primera ola.
Osakidetza tiene abiertas 332 camas de críticos, según los últimos datos oficiales. El miércoles, con estas mismas plazas ya habilitadas, la ocupación total era del 80%. Aquel día había 134 pacientes covid en estas unidades. Representaban el 40% de los ingresados en estas unidades. Ayer eran 17 más.
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Salud mantiene vigente el nivel 3 de su plan de contingencia de las UCI. El 4 no se activa hasta que no es necesario abrir 420 camas para los pacientes más graves. Alcanzar este escenario llevaría aparejado la suspensión de toda la actividad no urgente u oncológica, tal y como figura en el plan. Sería una situación similar a la que se vivió entre marzo y mayo. Por el momento los hospitales de Galdakao, Basurto y el HUA han anulado quirófanos de tarde no urgentes para liberar camas de Reanimación y poder acoger en estas unidades a más enfermos Covid muy delicados.
Por el momento la cifra de hospitalizaciones diarias en planta se mantiene en unos niveles muy elevados. Ayer ingresaron otros 88 pacientes, un número muy similar al de los últimos cinco días. En las plantas tratan ya a más de 600 enfermos Covid, que sumados a los de las UCI, elevan a cerca de 750 los pacientes con coronavirus que ocupan en estos momentos en una cama de Osakidetza.
La Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) ha hecho público un estudio sobre cómo la primera ola en las UCI. Según se recoge en este documento, la mortalidad se triplicó entre los pacientes críticos. A nivel nacional pasaron de fallecer el 9,7% de los enfermos ingresados en estas unidades a entre marzo y mayo hacerlo el 30,9%. En Euskadi esa media fue menor y la letalidad se quedó en el 22% entre los ingresados por Covid en las UCI, según datos internos de Osakidetza a los que tuvo acceso ese diario. En cuanto al perfil del fallecido, era el de un hombre o mujer de 67 años. La tasa de mortalidad fue menor en la primera ola cuanto más baja era la edad del enfermo crítico. «Solo un 8,1% de los menores de 40 años fallecieron».
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