Un paciente agrede a tres celadores y un enfermero en el hospital de Basurto

Según relatan desde los sindicatos ESK y CC OO, por criterios médicos se decidió que el paciente fuese llevado en silla de ruedas por dos celadores hasta el pabellón en el que iba a quedar hospitalizado. Los sanitarios le condujeron por los túneles subterráneos que unen los diferentes edificios de Basurto. Pero cuando se encontraban ya a la altura de Eskuza en el ascensor que da acceso al edificio el paciente empezó a «golpear en la cara» a los dos celadores que le trasladaban para poder escapar.

El agresor comenzó en ese momento una huida por los pasadizos de Basurto. Durante esa carrera se cruzó con un enfermero al que le propinó un puñetazo que le afectó a la nariz y el pómulo. Una vez a la altura del pabellón Gandarias golpeó a otro celador cuando intentaba llegar al exterior. Otro sanitario que vio lo sucedido le cerró el paso cruzando una camilla en el pasillo. Instantes después pudo ser por fin reducido por varios trabajadores del centro para ser ingresado finalmente en el pabellón Eskuza.

Desde Comisiones Obreras indicaban este martes que, al menos uns de los sanitarios agredidos, se había tenido que coger la baja laboral debido a las lesiones sufridas, mientras que SATSE avanza que se ha dado parte a Salud Laboral de lo ocurrido para que active los protocolos correspondientes.

Varias fuentes sostienen que el paciente es la misma persona que el domingo fue arrestada en Zorroza después de amenazar con una arma blanca a otra persona en plena calle. Hasta este barrio bilbaíno se desplazaron varios agentes de la Policía Local, que ante la peligrosidad de la situación, tuvieron que emplear escudos, cortar el tráfico y cercar al hombre que portaba el cuchillo junto a una parada de autobús para detenerle debido a que no deponía su actitud.

ESK se muestra «sorprendido» por el hecho de que se indicase que el traslado de ese paciente desde las Urgencias al pabellón de Psiquiatría se realizase por dos celadores, con una silla de ruedas, y «sin apoyo del personal de seguridad». «Aquí ha habido un fallo en el protocolo del traslado. Al menos se le debería haber llevado en camilla y con sujeción mecánica. Se optó por otra fórmula y los que lo han pagado han sido los celadores, que ha sufrido una agresión», subrayaban desde este sindicato.