Osakidetza eleva a 855 las camas que cerrará este verano en sus hospitales

En la respuesta que ha remitido Salud a la Cámara se especifica que el número de camas que se dejarán fuera de servicio variará a lo largo del verano. El pico se alcanzará en agosto, con las 855 mencionadas. El segundo periodo con más plazas clausuradas serán los primeros diez días de septiembre, con 640, seguido de julio, con 479.

El departamento detalla además el número de plantas de hospitalización que quedarán vacías de pacientes como consecuencia de esta reducción de camas. Llegarán a las trece y media en el mes de agosto.

Todos los centros de Osakidetza, salvo los de las redes de salud mental, disminuirán la cantidad de lechos disponibles durante estas fechas. El que más suprimirá de forma temporal será Cruces con 198. Le seguirán el hospital Donostia (142), el HUA (117) y Basurto (113). El pasado año la consejería explicó que esta medida, que se repite cada verano es consecuencia de la actividad quirúrgica y se aplica para facilitar el descanso estival de la plantilla. En el caso de Cruces llegará a cerrar hasta un tercio de sus 33 quirófanos durante agosto, el mes del año en el que menos operaciones se realizan, mientras que en Basurto se dejarán de programar cirugías en una cuarta parte de sus 21 quirófanos.

Salud, también a petición de EH Bildu, ha notificado al Parlamento vasco la reducción de horarios y cierres puntuales que está aplicando Osakidetza a su red de Atención Primaria durante este verano. El 73% de sus más de 300 centros de salud sufrirá un reajuste de los tiempos de atención a la población durante estos meses. La mayoría pasarán de cerrar a las ocho de la tarde a hacerlo a las cinco. Además 44 consultorios sufrirán «cierres puntuales» estos meses.

El departamento explica en su respuesta al Parlamento que estas disminuciones «son consecuencia de la aplicación de planes de contingencia establecidos para minimizar problemas de cobertura debidos a la dificultad de contratación ante ausencias por periodos vacacionales e incapacidades temporales imprevistas, y poder garantizar así, el derecho a la protección de la salud y la atención sanitaria de todos los ciudadanos».

Para Rebeka Ubera, de EH Bildu, «estos cierres reafirman la situación preocupante y el deterioro al que se está llevando a Osakidetza». La soberanista cree que Salud «está normalizando estos recortes» y los utiliza para «justificar que no puede dar una cobertura de calidad a toda la población, que es la que sufre esta reducción de horarios o el cierre de camas, algo esto último además que obliga a aplazar operaciones con las listas de espera que tenemos». Para Ubera es necesario que se «dé respuesta a la falta de profesionales y se aplique una mejor gestión y organización» para que se garantice el derecho al descanso de la plantilla sin que la población se vea afectada.