Osakidetza destinará 200 millones a las ampliaciones de los hospitales de Basurto y Galdakao

En Basurto las futuras consultas externas se repartirán en dos edificaciones de cuatro alturas, además de otras cuatro plantas de sótano. Se levantarán en las parcelas del actual aparcamiento de Capuchinos, situado entre el hospital y la sede de EITB y Hacienda de la Diputación de Bizkaia, y en el solar que ocupaba la antigua unidad docente de la UPV/EHU en el centro sanitario, demolida el pasado otoño. Las dos estructuras, unidas por la planta baja, alojarán cerca de 250 salas donde se llevarán a cabo consultas, tratamientos y diferentes pruebas, además de un área de radiología ambulatoria y la Farmacia del centro bilbaíno. Allí se reubicarán las consultas externas de una treintena de servicios hospitalarios, así como el área de extracciones.

Estos nuevos edificios ocuparán una superficie de 39.000 metros cuadrados y no solo permitirán ganar nuevos espacios sanitarios y modernizar el centro: se convertirán en la nueva puerta principal de entrada a Basurto. Tomarán así el relevo del pabellón Arrupe. Por allí pasará el grueso de los pacientes ambulatorios que cada día acude al hospital.

A nivel visual las nuevas estructuras se integrarán estéticamente con el resto del recinto, tanto en colores como en volúmenes y morfología. Basurto es un hospital con 115 años de historia cuyo conjunto está declarado Patrimonio Histórico. En su exterior los inmuebles contará con zonas verdes y arbolado, mientras que en su interior el diseño elegido persigue obtener unos edificios más funcionales y accesibles, en los que se aprovechará la iluminación natural para crear «espacios más amables», según detalla el Departamento de Salud. Bajo tierra, además de algunos servicios sanitarios, se habilitará un aparcamiento con capacidad para 443 plazas.

Salud explica que los dos nuevos edificios están diseñados para poder ser flexibles y adaptarse con facilidad a los posibles usos que sean necesarios en el futuro para atender a la aparición de nuevas técnicas o tecnologías. Asimismo van a permitir una reorganización de los espacios en varios de los actuales pabellones. Es el caso de Arrupe, donde ahora se concentran buena parte de las consultas externas. La dirección del centro prevé llevar a cabo en el futuro una reorganización de la actividad asistencial, para lo que se reformarán los inmuebles que van a quedar liberados y la creación de nuevas infraestructuras para integrar diferentes servicios «con el objetivo de mejorar la atención asistencial».

La previsión que maneja Osakidetza es que esta gran obra, presupuestada en 106 millones, salga a licitación antes de que acabe febrero. Los trabajos tendrán un plazo de ejecución de 36 meses a contar desde su inicio.

En Galdakao Osakidetza ha proyectado un nuevo gran edificio con tres zonas claramente diferenciadas. En una de ella estarán las consultas externas, así como la radiología y la farmacia ambulatoria. En otra espacios de dirección y administración, además de aulas de docencia. Y, por último, un amplio aparcamiento subterráneo de cinco plantas con capacidad para 1.129 vehículos con el que se quiere dar solución al problema de estacionamiento tan característico de este hospital.

En lo que respecta a la parte asistencial, esta nueva gran estructura alojará más de 200 salas para consultas de una veintena de servicios médicos, así como pruebas, extracciones y procedimientos polivalentes. En el área de Radiología se habilitarán dos espacios para realizar mamografías, otros dos para TACs y seis de ecografía. Al igual que ocurrirá con el de Basurto, este futuro edificio se ha diseñado de forma flexible para que pueda ser adaptado en el futuro a las nuevas necesidades asistenciales.

Osakidetza está ultimando el proyecto y confía licitar estas obras a comienzos de abril. El plazo de ejecución de las mismas es de 36 meses.

La nueva infraestructura permitirá liberar espacios del inmueble principal del hospital de Galdakao. De esta manera se podrá adecuar el área de endoscopia, aumentar la zona de Neumología destinada a broncoscopia y rehabilitación respiratoria y ampliar las Urgencias. Además va a permitir unificar el servicio de Cardiología, agrandar el hospital de día y ganar camas con una nueva unidad de hospitalización.

Las obras de construcción de este gran pabellón coincidirá en el tiempo con los trabajos de la Línea 5 del Metro, la cual contará con una parada en el propio hospital a partir de 2029. Una vez ambas infraestructuras estén en servicio Osakidetza podrá derribar el actual aparcamiento y urbanizar la parcela, tal y como tiene previsto. La intención de Salud a largo plazo es eliminar el tráfico interno del hospital, limitando la circulación a los vehículos de emergencias y de logística con el fin de ganar en «seguridad vial y humanización del entorno».