Osakidetza confirma el segundo caso de viruela del mono en Bizkaia

Al igual que el resto de los casos identificados por el Servicio Vasco de Salud, que han sido analizados en el Instituto Carlos III, la persona contagiada cursa la enfermedad de manera leve y no ha requerido ingreso, por lo que se le está realizando seguimiento ambulatorio.

Dos han sido los principales focos de la propagación de este virus en el país, una sauna madrileña y una fiesta multitudinaria celebrada en Gran Canaria durante la primera mitad del mayo, el Maspalomas Pride. El origen de la mayoría de los contagios se atribuyen a estos dos brotes o a personas que estuvieron en estos lugares, contrajeron allí la enfermedad y la transmitieron posteriormente a otras personas.

En el caso de Euskadi, Osakidetza ha notificado cinco positivos hasta la fecha. Según fuentes consultadas por este diario, el primer contagio confirmado, un joven vitoriano, tuvo su origen en el citado festejo celebrado en la isla canaria, en la que se reunieron más de 80.000 personas de diversas nacionalidades. Las otras tres infecciones corresponden a otro alavés, a un guipuzcoano y a un vizcaíno.

Precisamente, este jueves, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha anunciado que España ha recibido los primeros antivirales contra la viruela símica tras haber formado parte de una compra centralizada de la Unión Europea. Se trata de un medicamento llamado tecovirimat, fabricado por la farmacéutica estadounidense SIGA y que se comercializa con el nombre de Tpoxx. Esta primera remesa, «pocos», ha especificado Darias, está dirigida al «uso compasivo», es decir, a pacientes graves. Sin embargo, España solo ha registrado casos leves. Según los últimos datos, Sanidad ha detectado 156 positivos, 14 más que el miércoles.

Los primeros signos de la infección, también llamada 'monkeypox', empiezan a manifestarse con fiebre, dolor de cabeza y muscular, fatiga y ganglios inflamados. Entre uno y tres días más tarde, surge la erupción cutánea con pequeñas ampollas que crecen y se llenan de pus y que luego forman costras. Cuando se secan -entre una y tres semanas después-, la persona deja de ser contagiosa. La vía más común de contagio es mediante gotas de saliva gruesas o por contacto con fluidos como los de las pústulas que provoca la enfermedad, no por aerosoloes como ha ocurrido con la covid.