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TERRY BASTERRA
Miércoles, 9 de febrero 2022, 12:45
Con el repliegue de la sexta ola Osakidetza ha comenzado a reducir sus equipos de rastreo. La red ha pasado de estar formada por 368 profesionales a mediados de diciembre a los 320 que la componen en la actualidad, según los datos recogidos en ... una respuesta parlamentaria de la consejera Sagardui a una pregunta formulada por EH Bildu.
La disminución de estos equipos fue una medida que ya aplicó el Departamento de Salud tras el verano, con el fin de la quinta ola. Aquella decisión recibió importantes críticas por parte de los sindicatos porque implicaba prescindir de personal sanitario al que se había contratado para hacer frente a la pandemia.
Uno de ellos fue SATSE, que acusó a Salud de «desmantelar» aquellos equipos específicos para cortar las cadenas de transmisión a las puertas del otoño. No se tuvo en cuenta el riesgo de que se produjese una nueva onda vírica con la llegada de los meses fríos, tal y como sucedió.
EH Bildu fue una de las formaciones políticas que afeó entonces la decisión de Osakidetza y lo vuelve a hacer ahora. Bildu entiende que es una acción que va en contra del control de la epidemia y de la detección temprana de las líneas de contagio. «Así no vamos bien», ha indicado la formación soberanista a través de las redes sociales.
La red de rastreadores de Osakidetza se ha reducido a la mitad en cuestión de unos meses. De los más 700 profesionales que la integraron desde abril y hasta el final del verano a los 320 actuales. A estos últimos hay que añadir otros veinte teleoperadores que colaboran con estos equipos.
Ante el empuje de la sexta ola y la multiplicación de los contagios esta red se vio desbordada, hasta el punto de que Osakidetza modificó los protocolos de rastreo. Primero, en pleno puente de diciembre, pidió que los propios contagiados hiciesen esta labor avisando a sus contactos estrechos para que solicitasen un test. Después, y ante la imposibilidad de diagnosticar y hacer seguimiento a todos los miles de casos diarios provocados por la explosión de ómicron, optó en plenas navidades por reducir el rastreo a las personas de riesgo frente al virus: mayores de 70 años, embarazadas, inmunodeprimidos y no vacunados.
La consejera de Salud en su respuesta parlamentaria recuerda también que estos equipos cuenta con el apoyo de «profesionales de otros servicios que realizan tareas de rastreo de su ámbito específico o colaboran en algunas tareas con la red».
Sagardui se refiere a los trabajadores de Osalan, las Unidades de Vigilancia Epidemiológica de los tres territorios, los servicios de Medicina Preventiva de los hospitales para controlar los brotes que se producen entre el personal sanitario, Salud Laboral, los técnicos de Salud Pública y otros agentes que realizan rastreo en sus ámbitos específicos.
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