Osakidetza admite ahora el traslado del vizcaíno ingresado grave en Canarias

El paciente ha vuelto a sufrir una nueva crisis respiratoria, por lo que ha tenido que ser sedado. Habrá que esperar a que se estabilice para que pueda volar. «Ha sido una de cal y una de arena», lamentaba su mujer, Montse Souza, que, a pesar de todo, se muestra esperanzada de que «le traigan a casa y acabe esto». «Estoy contenta de que tanta pelea haya servido de algo. Aquí va a estar mejor, rodeado de su familia y que sea lo que tenga que ser. Además, podrá regresar mi suegra y recuperar un poco la tranquilidad».

José Andrés viajó con su mujer y su hijo menor, de 12 años, a Puerto de la Cruz, en Tenerife, a finales de julio con la idea de pasar allí el mes de agosto en un apartamento de alquiler. Cuando apenas llevaban diez días de vacaciones, el hombre empezó a sentirse mal, con tos seca y fiebre alta, por lo que se fue a Urgencias. Al presentar insuficiencia respiratoria, de allí le derivaron al Hospital Universitario de Canarias, situado entre La Laguna y Santa Cruz, a 40 kilómetros de distancia, donde quedó internado con una neumonía bilateral. Dio negativo en covid.

Sola con un niño

La mujer se encontraba sola con el niño, por lo que «en tres días, sólo pude ir a verle 10 minutos porque una enfermera me hizo el favor de quedarse con el crío», relataba Montse. «Tenía que elegir entre dejar solo a mi marido en la UCI, que estaba atendido, o a mi hijo menor», se dolía la mujer, que confesaba que se quedaba en la calle o se escondía en el baño para llorar y que no le vieran ni su hijo ni su marido.

La evolución fue negativa y el 14 de agosto, José Andrés fue derivado a la UCI, donde le intubaron. Una hermana y el cuñado de Montse se desplazaron hasta Canarias para ayudarla en un momento tan delicado para que pudiera estar con su marido, en estado crítico, pero tenían que volver a trabajar. A finales de agosto, después de retrasar varias veces el vuelo, Montse y su hijo regresaron porque el menor tenía que volver al colegio. Fue entonces la madre de José Andrés, de 84 años, la que se desplazó a Canarias para acompañar a su hijo en el hospital.

Ante la posibilidad de que el ingreso pueda prolongarse semanas o meses, la familia presentó una reclamación ante Osakidetza invocando el derecho del paciente a que «la comunidad de origen se haga cargo del transporte sanitario por causas médicas», que finalmente ha sido atendida de manera favorable.