Osakidetza reconoce que necesita 200 médicos de familia

Sagardui ha detallado que «las zonas rurales y las poblaciones pequeñas son en las que el impacto» de esta carencia de profesionales «es mayor». Y que el problema se agudiza durante los periodos vacacionales, motivo por el que el Servicio de Salud reduce horarios en centros de salud e, incluso, ha llegado a cerrar algunos consultorios durante estos periodos.

La de limitar el número de horas que permanece abiertos los ambulatorios es una medida que cada vez va a ser más extendida por la creciente carencia de galenos. Un déficit que se incrementará en los próximos cinco o siete años por las jubilaciones previstas, tal y como avanzó en EL CORREO Víctor Bustamante, director de Asistencia Sanitaria de Osakidetza. En esa adaptación y reorganización de este nivel asistencial en el que los PAC, las urgencias ambulatorias, tendrán más competencias. Se prevé que asuman algunos procesos terapéuticos que ahora se realizan en los centros de salud y también la tramitación de las bajas laborales.

«No estamos desmantelando el sistema, lo estamos optimizando con los recursos que tenemos», ha defendido la titular de Salud, quien ha reiterado que estas medidas que van a aplicar «no son recortes» y que se deben a «la imposibilidad de cubrir las plazas de Medicina de Familia por falta de profesionales». En este sentido ha defendido la «apuesta» del Gobierno vasco por la Atención Primaria con medidas como la creación de 358 nuevas plazas en este nivel asistencial y que serán ocupadas por profesionales de diferentes perfiles sanitarios.

La consejera ha insistido en que la situación actual de falta de médicos de familia, tanto en Euskadi como en otras comunidades, «se debe a una mala planificación» por parte del Ministerio de Sanidad de las plazas formativas. El ejemplo claro es Euskadi. Cada año finalizan su residencia un centenar de jóvenes médicos de familia. Pero el número de los que se jubila es mayor. Por lo tanto, no se incorporan suficientes nuevos galenos para reponer las vacantes de los que cesan su actividad.

Para poder cubrir todos estos huecos a medio plazo Osakidetza debería formar a más nuevos médicos de familia. Casi al doble de los que instruye en la actualidad. Pero para ello debería incrementar de forma notable la actual capacidad formativa en las unidades docentes (que está al máximo) y que el Ministerio de Sanidad le concediese más plazas MIR para esta especialidad. Algo que hoy por hoy no sucede. Tampoco el Gobierno central aceptó la propuesta presentada por Euskadi y Galicia para realizar una convocatoria MIR especial solo para médicos de familia y pediatras.

Sagardui ha defendido que en Osakidetza «no amortizamos ninguna plaza de Medicina de Familia» que queda sin ocupar y ha insistido en que «la oferta para ocuparlas es permanente».

La titular de Salud ha respondido este miércoles en el Parlamento vasco a una pregunta realizada por Rebeka Ubera, de EH Bildu, en la que se le preguntaba por las medidas previstas por Osakidetza para hacer frente a esta carencia de profesionales en la Atención Primaria. Ubera ha acusado a Sagardui de «estar potenciando en Euskadi el modelo Ayuso» y le ha pedido a la consejera «que deje de echar la culpa» de la situación actual al Ministerio de Sanidad. La soberanista, ha insistido, en que la consejería también puede adoptar medidas para mitigar esta falta de galenos en los ambulatorios vascos. A su vez ha lamentado que Salud «no tenga pensado cambiar de estrategia» para solucionar los problemas de falta de médicos en la Atención Primaria y ha reiterado que Osakidetza «debe contar con profesionales suficientes para atender bien a los pacientes».