Los síntomas de Ómicron en vacunados y no vacunados

Hay más contagios que nunca, pero los hospitales no están en los niveles de 2020, cuando la vacunación no había comenzado. En estos momentos, en planta hay ingresados casi 300 pacientes y 97 en las UCI. Eso sí, la velocidad a la que se propaga la nueva variante dificulta a los rastreadores de Osakidetza poner freno a la transmisión.

Las consecuencias se empiezan a notar en la red de Salud. En vísperas de Nochebuena y con los contagios disparados, los test de autodiagnóstico a la venta en farmacias se han agotado.

Hay muchas dudas sobre si la nueva variante ómicron está presente en nuestro cuerpo. ¿Cómo saberlo? Los expertos diferencian síntomas entre personas vacunadas y no vacunadas, siendo el primer grupo el que mayor riesgo tiene de contagiar el virus por sufrirlo de forma asintomática.

- Dolor de cabeza

- Congestión

- Presión sinusal

- Dolor en los senos nasales

Además de los mencionados anteriormente, la sintomatología se agrava en este grupo. Los síntomas más comunes son:

- Tos

- Dificultad para respirar

- Síntomas parecidos a los de la gripe

Los expertos estadounidenses califican los síntomas de ómicron como «un resfriado muy terrible», durante el que no se pierde el olfato, como pasaba hasta ahora. Claro que a pesar de estar vacunado, incluso con dosis de refuerzo, la sintomatología depende de la cantidad de carga vírica y la persona en cuestión. No a todos les afecta por igual.

Otra de las características de ómicron y que le diferencia con Delta, por ejemplo, es el el periodo de incubación. Al tercer día de la infección, la persona contagiada podría estar propagando la enfermedad. Con la variante Delta se estimaba un periodo de incubación de 6 días de media.

Y aunque sea más contagiosa, también es más leve que su predecesora. Según las observaciones realizadas en Estados Unidos y recogidas por The New York Times, el riesgo de hospitalización para adultos diagnosticados con ómicron es un 29% más bajo. Y en Sudáfrica, país donde se originió, no se han registrado grandes repuntes en enfermos que requieren de una cama UCI. Aún así, este dato podría ser engañoso. La edad media en este país es de 38 años, por lo que los efectos del virus siempre serán menores que en una población más envejecida como la europea.