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Cuatro religiosos de la orden de los menesianos que compartían residencia en el barrio bilbaíno de Santutxu han fallecido en el hospital en los últimos días. Fuentes de la hermandad confirmaron a EL CORREO que al menos uno de los hermanos muertos había dado positivo por Covid-19, pero insistieron en que las víctimas eran mayores y algunas de ellas arrastraban patologías previas. Se suman a otros dos óbitos hace diez días.
Los fallecidos tenían entre 76 y 97 años. Los cuatro hermanos fallecieron entre los días 27 y 30 de marzo. Fuentes de los menesianos explicaron que todos ellos llevaban unos diez días ingresados en el hospital de Santa Marina.
Se da la circunstancia de que apenas una semana antes -los días 22 y 23 de marzo- fallecieron otros dos hermanos menesianos en Bilbao. Uno tenía 80 años y el otro 88. Es decir, se han producido seis fallecimientos en apenas ocho días.
Los religiosos de esta orden comparten una residencia en el barrio de Santutxu, junto a un colegio. En este equipamiento vivían unas 15 personas, según explican los mismos medios, que confirmaron que entre los fallecidos hay al menos un positivo por coronavirus, pero insistieron en que los otros, a priori, dieron negativo. A su juicio, es probable que las muertes de sus compañeros se hayan debido a la suma de diversos factores.
En todo caso, desde la congregación religiosa no quisieron aportar más información, porque quieren dejar el asunto «en el ámbito familiar». Tampoco explicaron, entre otras cosas, si hay más hermanos que presentan síntomas o si se encuentran en aislamiento.
Los menesianos, conocidos formalmente como los Hermanos de la Instrucción Cristiana de Ploërmel (FICP), forman un congregación religiosa dedicada a la enseñanza que fue fundada en 1819 por Jean Marie de La Mennais y Gabriel Deshayes con el objetivo de formar profesores católicos y abrir escuelas, según explican ellos mismos en su página web.
Desde un punto de vista más general, los fallecimientos entre los hermanos menesianos ponen en evidencia el impacto que el Covid-19 está teniendo en la población, sobre todo entre las personas mayores y en las residencias de ancianos. Muchos de los muertos tienen más de 70 años. En este contexto, proteger a las ciudadanos de más edad se ha convertido en una de las prioridades para minimizar los daños provocados por el coronavirus, sobre todo entre los más vulnerables.
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