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Las tres familias de mosquitos que transmiten las peores enfermedades tropicales viven en Euskadi. «Si hasta ahora no se han dado casos autóctonos de malaria, dengue o chikunguña es porque el número de afectados ha sido pequeño y fácilmente controlable, pero no estamos libres ... de una epidemia», ha advertido el especialista de la Universidad de Las Palmas, José Ramón Calvo, en una conferencia en la facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad del País Vasco (UPV). Puede ocurrir «en cualquier momento». Los movimientos migratorios y los viajes, «de los que, como sociedad, no estamos libres», favorecen la aparición de casos aislados, que podrían acabar convirtiéndose en el germen de una alerta sanitaria.
El especialista canario ha visitado Bilbao para participar en una jornada científica organizada con motivo de la firma de un convenio entre la Real Academia de Medicina del País Vasco y la catalana Real Academia Europea de Doctores. Los tres mosquitos sobre los que las autoridades sanitarias, «y también los ciudadanos», han de poner su lupa son el 'atroparvus' -un pariente de la familia de los Anofeles, y capaz por tanto de transmitir la malaria-; el 'Aedes albopictus' -más conocido como el mosquito tigre, vector entre otras de la fiebre amarilla-; y el 'Culex', que es el más común de todos ellos, preparado para transportar múltiples infecciones, como la encefalitis japonesa.
«No hay que asustarse, pero son riesgos que están ahí, cada vez son mayores y pueden prevenirse», advierte José Ramón Calvo. La forma en que el mosquito Anofeles transmite la malaria sirve para entender, no sólo como todos estos insectos se convierten en vectores de cualquier enfermedad, sino también otras cuestiones. Como, por ejemplo, por qué de momento Euskadi, como Europa en su conjunto, se está librando de una epidemia que, muy posiblemente, no está preparada para encarar.
¿Cómo se transmite la malaria? Muy fácil. Un mosquito portador del parásito pica a una persona. Con el picotazo, inyecta en su torrente sanguíneo el agente patógeno, que viaja hasta al hígado y hace de él su cuartel general. Allí se multiplica antes de invadir la sangre, cuyos glóbulos rojos destruye por completo. Ya hay un primer afectado, pero la enfermedad no se transmite de persona a persona, sino que lo hace a través de los insectos, a base de puyadas. Cuando un segundo mosquito pique a este sujeto, con su muestra de sangre se llevará también en el aguijón el 'veneno' necesario para infectar a otra víctima. El ciclo comienza de nuevo y así sucesivamente. Picotazo, infección, picotazo.
La malaria fue erradicada de España en 1964 y desde entonces todos los casos que se han registrado han sido importados, es decir que se han detectado en viajeros procedentes de países castigados por la enfermedad. Los expertos en epidemiología y control de plagas vienen alertando desde hace más de diez años que en toda la Península Ibérica, pero especialmente en el País Vasco, Galicia y la cuenca mediterránea, viven poblaciones de anofeles con capacidad para extender rápidamente el paludismo a nada que aparezca una agrupación de casos.
Vigilancia epidemiológica. Los viajes y la inmigración disparan el riesgo de alerta sanitaria, aunque sólo han aparecido seis casos de dengue en toda España.
No existen vacunas. Mosquiteras, insecticidas y repelentes se convierten en la mejor protección contra las picaduras.
El 'Aedes', más conocido como mosquito tigre y tremendamente agresivo, ha invadido casi toda Europa. En España se salva sólo la Meseta. Llegó en los neumáticos de un camión procedente de China en 1979 y se ha evidenciado con capacidad para transmitir el dengue, una enfermedad tropical llamada chikunguña, la fiebre amarilla y el virus del zika, entre otras patologías.
Los mosquitos pican generalmente entre marzo y noviembre, sus meses de mayor actividad. Evitar sus picaduras con insecticidas, mosquiteras y repelentes se presenta como la mejor forma de impedir males mayores, ya que de momento sólo existe una vacuna contra una de estas enfermedades, la del dengue, que está comenzando a comercializarse. Calvo también aconseja evitar tener en casa o en el jardín aguas estancadas, la del cubo de la fregona, por ejemplo, porque pueden convertirse en un nido. «El mosquito es un bicho muy serio al que hay que prestar atención, porque ocasiona problemas», insiste el experto.
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