Médicos y farmacéuticos piden un mayor protagonismo de la farmacia en la atención sanitaria

Reino Unido ya ha decidido autorizar a los profesionales de los servicios comunitarios para que diagnostiquen enfermedades y firmen recetas de enfermedades menores

Miércoles, 10 de mayo 2023, 22:27

El colapso del sistema sanitario en un mundo envejecido es una realidad en toda Europa y Reino Unido ya ha decidido tomar medidas drásticas para descongestionarlo. El nuevo Gobierno británico se propone autorizar a las farmacias para que puedan diagnosticar y recetar medicamentos contra las ... siete enfermedades más comunes. Los profesionales sanitarios de España no están del todo de acuerdo con esta medida, aunque hace tiempo que se adelantaron en la adopción de una alternativa muy parecida. Profesionales de la Sociedad Española de Medicina de Familia (Semfyc) forman ya a farmacéuticos para que puedan reconocer patologías comunes y asesorar a los pacientes.

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El nuevo Gobierno conservador de Rishi Sunak prometió en campaña que iba a acabar con las listas de espera y esta semana ha hecho públicas las primeras decisiones encaminadas a ese objetivo. En tiempos de restricciones económicas, bajo la necesidad de reducir el personal sanitario y con una presión asistencial al alza, el primer ministro presentó el lunes su nuevo plan de Atención Primaria, que contiene iniciativas en otro tiempo inimaginables.

La nueva facultad concedida a los farmacéuticos de diagnosticar y recetar medicamentos se limitará, en principio, a las siete dolencias que asfixian la Sanidad británica. La lista incluye el dolor de garganta, el de oído, la sinusitis, herpes zóster, impétigo (una infección común de la piel que provoca ampollas), las infecciones urinarias y las picaduras de insectos.

«Falta educación para la salud»

Los pacientes también podrán  solicitar píldoras anticonceptivas y medirse la tensión arterial sin prescripción facultativa, que es algo que ya se viene haciendo en España desde hace años. Otros servicios ligados al sistema público de salud que podrán gestionarse sin necesidad de pasar por consulta médica son los de fisioterapia, podología y las pruebas de audición.

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Los médicos de familia españoles han recibido la noticia con cautela. Diagnosticar, según dicen, son palabras mayores reservadas exclusivamente para los facultativos. Pero eso no significa que no sean conscientes del problema, sino todo lo contrario. La sociedad científica Semfyc, que reúne a los médicos de familia del país, viene formando desde hace tiempo a farmacéuticos para que puedan reconocer enfermedades habituales y asesorar a los pacientes. «Diagnosticar es algo mucho más complejo. Los mismos síntomas pueden informar de muy diversas enfermedades», defiende la vicepresidenta de la organización, Gisela Galindo.

La portavoz de los médicos de cabecera defendió, asimismo, la necesidad de que los gobiernos, central, autonómicos y locales, inviertan en educación para la salud. «Debemos reservar el sistema para atender la patología realmente importante. El mundo está tan preocupado por la salud que va al médico por cualquier cosa, y eso no hay sistema sanitario que lo resista», explicó.

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«Manda el código postal»

Tampoco los farmacéuticos españoles quieren diagnosticar ni recetar, pero sí ser mucho más protagonistas de la atención sanitaria de lo que son hoy. El Consejo General de Farmacia trabaja desde hace años en un programa que llaman Concertación Autonómica de Nuevos Servicios de Atención Farmacéutica en la Red de Farmacias, que busca aunar las oferta que se presta en la actualidad, incluso mejorarla en determinados aspectos.

«No puede ser que la calidad asistencial de un ciudadano dependa de su código postal», protesta la portavoz del Consejo General de Farmacia, que reúne a los distintos colegios territoriales. Las farmacias ofrecen programas de cribado contra el VIH, cáncer de colon, cérvix... pero no en todas las autonomías ni de la misma manera. «El Gobierno de Reino Unido nos lleva diez años de ventaja de trabajo con los farmacéuticos. No se trata de una reivindicación profesional, sino de un planteamiento de país, que aliviaría la atención primaria, reforzaría la farmacia y ganaría el paciente», resume.

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