La decisión que han tomado los supermercados en Euskadi sobre el uso de mascarillas

El decreto que pone fin al uso obligatorio de las mascarillas en espacios interiores está generando muchas dudas. El texto fija una serie de excepciones pero no aclara otros puntos como el entorno laboral, donde deja la obligatoriedad del tapabocas en manos de las empresas. El miércoles, Osalan estableció nueve puntos a tener en cuenta para tomar la decisión de eliminar la mascarilla o no. Y a día de hoy, existe disparidad entre las empresas.

En el caso de los supermercados en Euskadi, no todos han tomado la misma decisión. Para los clientes no es obligatorio llevar puesta la mascarilla, pero las empresas pueden decidir si sus empleados deben colocársela. Esto es lo que han decidido algunas de las grandes empresas de distribución, como Mercadona, El Corte Inglés, Carrefour, Eroski o Lidl.

Para los empleados es voluntario, aunque se recomienda que la lleven las personas vulnerables: embarazadas, mayores de 60 años e inmunodeprimidos. El cliente, como en el resto de establecimientos, será quien decidirá si se la pone o no.

El Corte Inglés ha decidido eliminar la obligación de utilizar la mascarilla a su plantilla aunque recuerdan que hay varias salvedades para los trabajadores. Especialmente afectan a aquellos que desarrollan su tarea en atención al cliente. Estas personas tendrán que utilizar el tapabocas cuando la proximidad al cliente -toma de medidas, maquillaje...- requiera contacto o sea inferior al metro y medio de seguridad. Del mismo modo que cuando el usuario porte la mascarilla, así como para el personal que atienda la barra o las mesas en el restaurante y, en el Supermercado, cuando estén en los puntos de frescos.

Los clientes de Carrefour no tienen por qué llevarla, pero sigue siendo obligatorio para los empleados.

Los trabajadores de Eroski seguirán utilizando la mascarilla. La cooperativa de distribución alimentaria con sede en Elorrio ha decidido mantener las cosas como están hasta el dos de mayo «como mínimo».

Lidl toma la misma decisión que Mercadona y El Corte Inglés, y elimina la obligatoriedad de la mascarilla entre sus empleados. No obstante, sí aconsejan que las personas vulnerables la lleven puesta.

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