Los jóvenes vascos con ansiedad y depresión se duplican en 5 años

Es el porcentaje más alto desde 2002, cuando se publicó la primera encuesta, que tiene carácter quinquenal. Llama la atención el gran incremento que se produce desde el último análisis, que data de 2018, cuando manifestaban tener ansiedad o depresión el 8,5% de los jóvenes. Las que peor se sienten son las chicas, entre las que un 25% refieren padecer esas sintomatologías, frente a un 12,3% de los varones. Por franjas de edad, en aquellos que van de 15 a 19 años y de 20 a 24 la tasa alcanza un 19%, por encima del 17,6% de los que tienen entre 25 y 29. De 2010 a 2022, de hecho, 153 jóvenes vascos se han suicidado.

No está de más tener en cuenta esos datos a la hora de seguir analizando el resto de indicadores sobre la juventud. Y es que, continuando en el ámbito de la salud, quienes perciben su estado como regular, malo o muy malo son un 6,1%, mientras que en 2018 apenas se situaban en un 2,4%. En este caso, también son las mujeres y el colectivo de 15 a 19 años quienes califican en mayor medida su salud como mala, un 6,6% y un 8,5%, respectivamente. Y conceden a su estado general un 7,2 sobre 10 (en 2014 la puntuación era de 8,8).

Sin embargo, quienes padecen problemas crónicos o recurrentes como alergias, asma, hipertensión, colesterol, dolores de espalda... son un 18,5%, menos que el 20,7% de hace una década. La obesidad afecta a un 4,9% (en 2013 era un 5,4% pero en 2002 un 3,4%), aunque crecen quienes realizan actividad física saludable hasta un 89,9% (en 2013 eran un 75,3%).

Pero el análisis 'Indicadores de juventud. Panorama de la Juventud de Euskadi' no solo recoge información sobre este ámbito. También ofrece 115 datos de demografía y población, educación, empleo y situación económica, emancipación y vivienda, ocio cultura y deporte, euskera, valores y actitudes e igualdad entre mujeres y hombres.

Se aprecia una ligera mejora en el ámbito laboral, ya que el 80% considera que encontrará trabajo al finalizar sus estudios (el porcentaje más alto desde 2013) y también desciende al 39% (en 2022 era un 45%) quienes creen que en el plazo de un año perderán su empleo o empeorarán sus condiciones. Pero, aún así, solo un 51,8% afirma estar en mejor situación que sus padres a su edad. Se trata de la segunda tasa más baja, solo por detrás del 51,1% de 2013, un año marcado por la crisis económica. En 2008, el porcentaje ascendía a un 76,8%.

De ahí que haya 58.289 vascos de entre 18 y 34 años sin emancipar que tienen ingresos y rentas propias, pero que necesitan una vivienda. Y es que el 43% creen que, en el plazo de un año, no van a poder salir de casa de sus padres o van a tener que regresar, lo que deja además en un 26% la tasa de quienes consideran que tendrán que postergar la maternidad o paternidad más allá de lo deseado.