Los jefes de servicio de Basurto acusan al Gobierno vasco de «desmantelar» el hospital

El detonante de este enfrentamiento hay que situarlo en la decisión de Salud de sacar de Basurto el servicio de Cirugía Cardiaca y unificarlo en el hospital de Cruces. El Gobierno autonómico ha justificado esta medida como un intento de mejorar la atención y los resultados quirúrgicos, para poder aspirar a que en el hospital baracaldés se practiquen trasplantes de corazones artificiales, una técnica que, en la actualidad, solo se lleva a cabo en un par de centros de España. El plan, de todas formas, no es nuevo. Ya figuraba entre los proyectos sanitarios en la época en la que Jon Darpón dirigía el Departamento y estuvo a punto de ponerse en marcha hace dos años. Entonces, las críticas de los profesionales forzaron a la Administración a frenar la iniciativa.

Las explicaciones de la consejera no han convencido, sin embargo, a los jefes de área de Basurto. Algunos de ellos ya hicieron público en enero otro texto crítico con los gestores de Osakidetza -lanzaron incluso una campaña de recogida de firmas en la que participaron más de 52.000 personas-, pero ahora han endurecido sus quejas. Hasta el punto de que consideran que trasladar a Cruces el servicio de Cirugía Cardiaca es «la punta de un terrible iceberg». En su opinión, más especialidades van a ser retiradas del centro médico bilbaíno.

Enumeran que Basurto ha dejado de realizar «autopsias de adultos», lo que, sostienen, perjudica «la práctica asistencial y su mejora»; que se ha «eliminado» el sistema de investigación; y que Salud «amenaza con eliminar el excelente laboratorio de Genética», algo que, a su juicio, dejará sentir sus efectos sobre «pacientes y familias afectados por enfermedades raras». «Y otros servicios -añaden- se hallan en esta maligna lista de espera».

Los firmantes de esta misiva -de la que reproducimos en la página siguiente una versión reducida (el texto completo se puede leer en www.elcorreo.com)- desvelan haber mantenido una reunión con el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, y creen tener la respuesta al motivo por el que Salud ha retomado este viejo proyecto de Darpón. Apuntan que el Departamento estaría tratando de beneficiar a Cruces. Según su teoría, la apertura del hospital de Urduliz ha reducido el número de pacientes que cubre el centro baracaldés. «Dejó a Cruces atendiendo a 170.000 habitantes, Urduliz a 220.000 y el hospital de Bilbao a 360.000», describen. Todo ello habría provocado «una situación complicada con un exceso de recursos» en Cruces y «un descenso del volumen de trabajo». «La solución que se ha encontrado parece evidente: desmontar el Hospital de Bilbao y trasladar equipos, técnicas y pacientes a Cruces, aliviando así su problema», subrayan los jefes de servicio de Basurto.