Las residencias de Bizkaia habían conseguido mantener el virus a raya una gran parte del verano. Pero una vez ha vuelto a circular, ha crecido el riesgo de que se cuele en estos centros. De hecho, en apenas tres semanas, desde el inicio de ... esta segunda ola, el Covid-19 ha multiplicado por diez su incidencia en los residentes de la red foral, lo que ha provocado una gran inquietud entre los responsables sanitarios.
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Los servicios de Inspección y Control del Departamento foral de Acción Social registraban la noche del sábado 8 de agosto un total de 15 casos en los geriátricos del territorio: tres procedentes de al menos dos centros que estaban hospitalizados y otros 12 atendidos en Birjinetxe, el complejo ubicado en Txurdinaga donde se deriva a los mayores infectados en otras residencias. Algo más de dos semanas después hay ya 152 usuarios positivos, según los últimos datos facilitados ayer por la Diputación. La parte más negativa es que cuatro mayores han fallecido en ese periodo; los dos últimos este pasado fin de semana. La parte positiva es que ocho mayores han conseguido superar la enfermedad. Por otra parte, el número de trabajadores con infección activa es de 69, mientras que otros 78 empleados del sector están en aislamiento tras haber mantenido contacto con algún contagiado.
La cifra de positivos es elevada porque los equipos de intervención rápida de la Diputación han descubierto hasta siete focos en los últimos días. El más reciente y de mayores dimensiones es el de la residencia Elorduy de Barrika, gestionada por una fundación sin ánimo de lucro. El centro, que desde abril realiza pruebas masivas cada diez días, había sometido a test a toda su plantilla y a los usuarios el día 11 de agosto, y todos habían resultado negativos. Pero ya el miércoles pasado uno de los mayores tuvo que ingresar en el hospital para realizarse varias pruebas médicas y dio positivo. Así que el jueves se cribó de nuevo a toda la residencia: salieron a la luz un total de 33 positivos entre los ancianos y al menos otros 4 entre los trabajadores. Se cree que el virus 'se coló' en el geriátrico con una empleada que se contagió a mediados de mes.
«No fue negligencia, fue fatalidad. Es muy difícil mantener la distancia de seguridad a la hora de duchar a un residente, levantarle y darle de comer. Todos los empleados son excelentes profesionales», aseguró el gerente del centro, Fernando Ibarra. En la residencia de Zamudio se recuperan otros 26 usuarios afectados por otro brote y en la Fundación Miranda de Barakaldo, uno. En el centro IMQ Zorrozgoiti la cifra de mayores con coronavirus se eleva a 28, 13 más que el miércoles.
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