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alba pelaez
Martes, 14 de diciembre 2021, 14:52
«Esto va a traer mucho trabajo extra para nosotros». La sentencia pertenece a Elixane Arraiz, del bar Zuloa, pero la mayor parte de los ... hosteleros bilbaínos comparten este sentir. Especialmente, los que tienen locales con capacidad para menos de 50 personas. Los responsables de los establecimientos deberán ahora, además de servir, controlar que nadie entre sin el pase de vacunación en regla. Una nueva norma que trata de evitar que las cifras sigan en ascenso descontrolado antes de las fiestas navideñas.
La última decisión del Tribunal Superior de Justicia de País Vasco amplía los lugares en los que se podrá exigir en los próximos días el pasaporte covid para acceder a ellos. Una medida que aunque desde la hostelería se veía «previsible», ha desatado sendas dudas respecto a su aplicación. Algunos se preguntan cómo van a poder estar pendientes de la barra y de la puerta, cuando solo hay un trabajador en el local, mientras que otros quieren saber si tendrán que pedirles a sus clientes habituales que muestren el documento cada vez que entren a su bar. Un recorrido por varios establecimientos del centro de Bilbao, con capacidad para menos de cincuenta comensales, da cuenta de cómo encaran esta nueva imposición.
Elixane Arraiz, del Zuloa, se muestra preocupada por esta nueva norma. Lo que parece tener claro es que «esto nos va a dar más trabajo extra a nosotros, porque tendremos que estar a todo a la vez», argumenta. Asume que «no todo el mundo va a estar por la labor de llevar siempre encima el papel y eso podría hacernos perder clientes». Además, «habrá gente a la que no le haga gracia que aparezcan sus datos personales en una aplicación», apunta Arraiz.
Carlos Arévalo regenta el bar Anaiak. El establecimiento cuenta con terraza y espacio en el interior para consumir. Sin embargo, tiene dudas respecto a la parte exterior del local: «¿Voy a tener que solicitarlo también en la terraza?», se cuestiona. «Todo en este tema es muy complicado de abordar, pero cuando nos informen bien de todo habrá que adaptarse», asegura.
«Siempre es mejor esto que el cierre», sentencia Marco Lorenzo, del Nashville, al que también le asaltan las dudas sobre el pase de vacunación. Para él, la medida es «el mal menor», pero asegura que hay casos en los que no sabe cómo tendrá que actuar. «¿Tengo que pedirle el pasaporte a la clientela habitual?», se pregunta Lorenzo. «A las personas que vienen todos los días y que sé que se han vacunado porque me han enseñado el documento, ¿tengo que seguir pidiéndoselo?, o en caso de que alguien me solicite usar el servicio, ¿qué hago, le impido el paso?. Entiendo la medida, pero creo que debería detallarse bien», explica Lorenzo.
A más de uno no le salen las cuentas como antes. Los cierres y las restricciones que se han ido sucediendo en estos casi dos años han puesto en aprietos a muchos hosteleros que han visto cómo cambiaban las normativas con el paso de las semanas. Luis Miñambres, de la cafetería Coffela, apela a su experiencia propia y cuenta que «aquí los aforos se regulan solos, si la gente ve que en el bar ya hay muchas personas, por lo general no entran». Respecto a la medida que exige pedir el pasaporte, Miñambres lo tiene claro, en su bar de pequeñas dimensiones: «No puedo contratar a nadie para que me vigile la puerta».
Ricardo Sánchez, gerente del Abeliñe, entiende que «si tenemos que pedir el pasaporte covid, nos adaptaremos y lo haremos. Mejor esto que volver a cerrar el bar». Su local de menos de cincuenta comensales deberá ajustarse a las nuevas exigencias que imponga el Gobierno vasco. Sánchez asume la medida con resignación pero considera: «Quizás habría que plantear otro tipo de medidas».
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