Los hospitales vascos reciben «todos los meses» casos graves de alergia alimentaria

En los últimos 30 años se ha multiplicado por cuatro el número de personas con alta sensibilidad a distintos tipos de comidas

Lunes, 17 de abril 2023, 00:39

En los últimas semanas se han conocido dos casos gravísimos de reacción alimentaria. Una adolescente de 17 años de Ciudad Real alérgica a una proteína de la leche falleció después de tomarse un café. También el de una joven valenciana de 19 años con hipersensibilidad ... a los pistachos, que permanece en coma desde hace seis meses por tomar un batido. Ambas sufrieron anafilaxia. En Euskadi los expertos no recuerdan casos recientes tan graves como estos dos, pero sí indican que de forma frecuente las Urgencias de los hospitales vascos reciben casos severos de reacciones por alergias alimentarias. Varios todos los meses, buena parte de ellos en niños y adolescentes.

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Para la vitoriana Itxaso Zamalloa ese recorrido llegó a convertirse en relativamente frecuente. Hasta el punto de que tiene grabados a fuego en la memoria los primeros síntomas de un episodio grave. «Empieza con unos picores en las palmas de las manos, le sigue un hinchazón en el labio…», detalla. Cuando eso sucede, Itxaso enfila el camino a las Urgencias antes de que la inflamación empiece a afectarle a nivel interno, sufra problemas para respirar y la situación se complique aún más.

En su contexto

  • 10% de los niños de hasta cuatro años sufren algún tipo de alergia alimentaria, según detalla el experto Pedro Gamboa. En los adultos este porcentaje baja al 2,5%.

  • Anafilaxia Es una reacción muy brusca del organismo ante la introducción de una sustancia o alimento que el cuerpo no tolera. Si no se trata a tiempo, en los casos más graves puede provocar la muerte de la persona afectada.

  • 4 veces más personas con alergia alimentaria hay ahora que hace tres décadas. Los expertos lo denominan la segunda ola alérgica. La primera fue la de tipo respiratorio.

  • Los más habituales Las alergias alimentarias más frecuentes son las que producen ciertas proteínas que contienen productos como la leche, el huevo, los frutos secos, el pescado, las legumbres o las frutas rosáceas (melocotón, fresa, cereza...).

A sus 36 años la experiencia le ha permitido tener bastante controlada su alergia. Su cuerpo rechaza la proteína LTP, presente en varios vegetales. Por ello evita los frutos secos, el maíz, las frutas rosáceas… Pero su caso no es usual. La reacción solo se manifiesta de forma violenta en algunas ocasiones. Principalmente cuando realiza ejercicio después de comer alguno de estos alimentos. Y por ejercicio se entiende hasta el caminar para ir a trabajar o a hacer un recado.

«La primera vez que me pasó fue con 18 años. Visité a varios médicos y me dijeron que tenía algún tipo de alergia a las verduras. Lo curioso es que no me pasaba siempre que las comía. Era algo aleatorio y no sabía por qué», recuerda. Durante aquellos primeros años acabó varias veces en el hospital con «cuadros graves».

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Todo cambió cuando recaló en la consulta del doctor Pedro Gamboa, médico alergólogo del IMQ y que también trabaja para Osakidetza en el hospital de Cruces. Este especialista detectó las peculiaridades de su patología. Identificó los comportamientos que hacían que su alergia se manifestase. Esto le permitió cambiar sus hábitos y rutinas para evitar nuevas anafilaxias. «Saber lo que tengo con claridad me permite cuidarme», valora Zamalloa. Ahora pela todas las verduras y frutas y las consume solo a la noche, cuando ya no va a hacer ninguna actividad física. Y si está de viaje, a cierta distancia de un hospital, directamente las evita.

En su bolso tampoco faltan antihistamínico, corticoides y una jeringuilla con adrenalina para hacer frente de forma rápida a un imprevisto y paliar una posible primera reacción anafiláctica mientras acude a un centro sanitario.

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La mayoría de episodios de anafilaxia por alergia alimentaria se dan en niños y en adolescentes

Las más frecuentes

Las alergias alimentarias más frecuentes son a la leche, al huevo, a los frutos secos, al marisco, a los pescados y a las legumbres. Depende de la sensibilidad que tenga cada persona a las proteínas que contienen esas comidas. Pedro Gamboa indica que hay pacientes que incluso sufren episodios de rechazo solo con el vapor que desprenden algunos productos al ser cocinados.

El especialista señala que son «infrecuentes» las muertes por ingesta de este tipo de viandas. No recuerda que en Euskadi se haya producido alguna en los últimos años. No ocurre lo mismo con las alergias a los medicamentos, de las que sí se han reportado fallecimientos relativamente recientes.

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Las que sí son habituales son las reacciones graves que provocan casos de anafilaxia «todos los meses». El primer episodio severo en un paciente se produce cuando debuta por primera vez la alergia de forma agresiva. Suelen tener lugar principalmente en niños. A partir de ese primer trance los pacientes se vuelven muy cuidadosos. Es por ello que «los segundos o terceros casos en una misma persona se dan por contaminación cruzada o por despiste», indica Gamboa. Con la adolescencia se ven más recaídas porque los chavales se relajan más.

Las alergias alimentarias «se han multiplicado por cuatro en los últimos 30 años», surgen por una predisposición genética y son más frecuentes en niños. Entre el 5 y el 10% de los críos de hasta 4 años sufren alguna reacción alimentaria, indica el experto. En los adultos este porcentaje se reduce al 2,5%. A las personas con esta hipersensibilidad su calidad de vida se les reduce drásticamente. Hacer la compra en el supermercado y revisar todas las etiquetas para comprobar que esos productos no contienen alérgenos o salir a cenar a un restaurante se convierte en algo muy complejo.

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Gamboa explica que además hay personas «a las que se les acentúan los síntomas con una serie de cofactores». Estos potenciadores son el ejercicio, los antiinflamatorios y el alcohol. Es el caso de Itxaso Zamalloa. Pacientes alérgicos a los que su tolerancia a algunas proteínas de los alimentos desaparece si practican deporte o ingieren alguno de estos productos.

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