«La gente está que ya no puede más»

Los profesionales sanitarios, sin embargo, están «rotos» después de nueve meses de intensísimo trabajo, que serán once para cuando arranque el programa. «La gente está que ya no puede más», se lamenta Amaia Mayor, portavoz en Bizkaia del sindicato de enfermería SATSE. «Hay ya unas 300 enfermeras haciendo PCR y rastreo de casos, que las han quitado de los ambulatorios y centros de salud. ¿Cómo piensan organizar todo esto sin acabar de romper a las plantillas?», se pregunta la profesional.

El Departamento de Salud estudia la posibilidad de suspender de manera temporal la prestación de determinados servicios con el fin de agilizar el proceso de vacunación todo lo posible. El tiempo ganado supondrá vidas salvadas, menos enfermedad y un soplo para la economía vasca, dañada por la pandemia.

«La plantilla de Osakidetza estaba ya muy tensionada antes de la crisis del covid. Recordemos que hubo tres días de huelga el año pasado en Atención Primaria», reflexiona Esther Saavedra, del sindicato ELA. «Ahora llevamos nueve meses de pandemia y seguimos como al principio, no se ha planificado nada», critica. La portavoz de UGT, Ana Vázquez, comparte la lectura de ambas centrales. «Atención telefónica, crónicos sin atender, crecen las listas de espera... pero tenemos un problema y hay que atacarlo», reflexiona.