Gafas de realidad virtual para quitar el miedo de los niños a las agujas en el hospital de Cruces

Con el fin de lograr hacer más amable esa técnica sanitaria el hospital de Cruces ha puesto en marcha una iniciativa para relajar y mantener entretenidos a los pequeños mientras les pinchan. Se trata de unas gafas de realidad virtual. En ellas pueden ver una serie de dibujos animados o imágenes de animales y ciudades. Algunos de ellos cuentan la historia de una niña que se pincha con una rosa, otras de delfines que nadan y de repente se encuentran con una ballena. Las enfermeras observan las mismas imágenes en una tablet y en el momento justo en el que lo indica la acción pinchan al niño para comenzar la extracción. Cruces es el primer hospital de Osakidetza en incorporar esta tecnología para este tipo de procesos.

Luken, de 7 años, es uno de los críos a los que han sacado sangre este viernes. Tan ensimismado estaba con la historia que estaba viendo en las gafas de realidad virtual que ni se ha enterado de la punción. Hasta el punto de que no quería quitárselas y marcharse de la sala de extracciones. «Me ha gustado mucho la película y no he tenido miedo en ningún momento», contaba minutos después.

Su aita Lobo Larrazabal explicaba que su hijo tiene hipotiroidismo y que una vez al año le sacan sangre para analizar su nivel y evolución hormonal. «Siempre que venimos al hospital está un poco nervioso», contaba. Por eso destacaba que «es maravilloso que hagan más agradable la experiencia médica al paciente para no crearle un trauma a los niños».

Aunque no siempre todo fluye tan bien como con Luken. Hay casos en los que los pequeños están tan nerviosos que ni con gafas, canciones, ni con la compañía de sus padres consiguen calmarse. Hasta el punto de que no se dejan pinchar o se quitan la aguja. Con algunos se tienen que hacer dos, tres y hasta cuatro intentonas. Los padres son los primeros que saben que esa analítica es necesaria y colaboran con las enfermeras en tranquilizar al niño. En último caso se les acaba sujetando para poder pincharles.

Cada año en el hospital de Cruces extraen sangre a 4.500 niños para realizar diferentes analíticas. Buena parte de ellos padecen enfermedades crónicas, otros van a ser intervenidos quirúrgicamente. La incorporación de estas gafas de realidad virtual hace un mes les facilita la labor. «Sacar sangre a un niño es complicado. Intentamos cantarles y jugar con ellos para tenerles entretenidos. Estas gafas nos permiten distraerles y relajarles. Con ellas ganamos tiempo y confort para los niños. Aunque hay situaciones difíciles en las que ni con gafas conseguimos calmarles», cuenta Leticia Sainz-Ezquerra, enfermera de Hospitalización a Domicilio Pediátrica.

Tan positiva está resultado la experiencia con los pequeños que Verónica Ruiz, subdirectora de enfermería de la OSI de Cruces, avanza que se está valorando emplear estas gafas de realidad virtual en pacientes adultos a los que les tienen que realizar curas complejas. «Con las quemaduras, por ejemplo, duele mucho el momento de la retirada de los apósitos. Con estas gafas podemos conseguir que el paciente esté relajado y que tenga un umbral de resistencia al dolor mayor», explica. En esencia estas gafas suponen una técnica más para que el paciente tenga un confort mayor mientras se somete a diferentes procesos sanitarios.