Francia cierra la vacunación al éxodo vasco

El éxodo de vascos decididos a adelantar su inmunización frente a la Covid-19 en territorio francés ha durado, en definitiva, lo que las autoridades sanitarias de ambos países han tardado en enterarse. El país vecino cerró el grifo a primera hora de la mañana de ayer, después de que este periódico diera a conocer que centenares de jóvenes, la mayoría menores de 35 años, habían podido inocularse en Francia sin esperas ni limites de edad, y de forma gratuita. Sólo les había hecho falta una reserva a través del móvil.

Hasta la fecha, y según indicaron trabajadores del vacunódromo de Biarritz, el 10% de las 600 dosis administradas diariamente en este centro se estaban inoculando a ciudadanos de este lado de la frontera.

Esta «sorpresa», manifestada ayer por ambas administraciones, se tradujo así en un inmediato cambio en las reglas del juego. Los centros de vacunación transfronterizos acordaron endurecer los requisitos y, a partir de ahora, todo aquel que desee inmunizarse en Francia deberá presentar la tarjeta sanitaria gala, un certificado de trabajo en el país vecino o un justificante de residencia, estando permitidos los referentes a segundas viviendas, según indicó la responsable del centro de vacunación de Biarritz a este periódico.

La aplicación a través de la cual se pueden efectuar las reservas -Doctlib- sigue permitiendo coger cita sin reparar en el país de procedencia del usuario, pero será en el propio centro de vacunación donde los trabajadores exijan dicha documentación. A las personas que ya hayan recibido el primer pinchazo en Francia, no obstante, sí se les garantizará que puedan completar la pauta en la fecha correspondiente en los centros de vacunación de Iparralde donde anteriormente habían cogido cita.

La sanidad gala abrió hace un mes la inoculación a todos los ciudadanos mayores de 12 años, sin reparar en franjas de edad como ocurre hasta ahora en España, y con un sistema para reservar cita vía app, lo que ha dado pie a que cientos de vascos hayan decidido optar por esta vía. La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, lamentó ayer que el Gobierno vasco no hubiera sido informado de esta práctica por parte del Ejecutivo galo. Y aunque mostró su respeto ante quienes hayan decidido optar por esta vía, sí advirtió de que quedaban aspectos sin concretar. «No sabemos cómo se registrarán las vacunas recibidas en Iparralde» en los listados del Servicio vasco de Salud; si bien, el procedimiento no debería generar mayor complicación, ya que el centro de vacunación francés facilita un certificado oficial de vacunación, que puede ser empleado por su titular como lo hacen las personas inoculadas en otros países del extranjero.