EFE
Megabrote Covid Mallorca

Fiestas en el hotel coronavirus de Mallorca: fugas, gritos, música, pintadas, consumo de alcohol...

La policía tiene que intervenir para apaciguar a los 249 estudiantes después de que muchos vecinos denunciasen la situación

helena rodríguez

Miércoles, 30 de junio 2021, 08:12

249 chavales encerrados a su pesar en un hotel no son precisamente el ideal de la tranquilidad. Que se lo digan a los vecinos del Hotel Bellver de Palma de Mallorca, conocido como el hotel covid, en el que permanecen aislados estos jóvenes estudiantes de ... distintos puntos de España por el megabrote de coronavirus detectado en la isla. Los testimonios hablan de gritos, música a todo trapo y -sorprendentemente- consumo de alcohol. Tanto que la Policía local y la Nacional han tenido que intervenir y redoblar la vigilancia de unas instalaciones otrora idílicas y ahora reconvertidas casi en un 'after'.

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La guardia urbana de la ciudad ha reconocido que algunos bares cercanos al complejo estaban «suministrando bebidas alcohólicas a los chavales». Los vecinos y los clientes de un hotel aledaño hablan de cadenas de sábanas que se descuelgan por las ventanas para subir cubos cargados de botellas, y de un jolgorio propio de la adolescencia pero que choca con una pandemia que ha dejado terribles consecuencias en miles de familias. Sin ir más lejos, un joven de 18 años de Elche (Alicante) que participó en el viaje de fin de curso a Mallorca se encuentra ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital General de Elche. El estudiante fue hospitalizado el día 24 y en las últimas horas ha sido trasladado a intensivos.

En las fachadas del edificio ya han empezado a aparecer pintadas y ha habido lanzamiento de objetos a la vía pública. Los agentes han tenido que personarse en el establecimiento y esta pasada noche han hecho una batida por los locales hosteleros del Paseo Marítimo para advertir y disuadir de que les facilitasen bebidas. Pero la calma que su acción ha impuesto no parece que vaya a ser duradera.

Entre los momentos más surrealistas en estos días, la 'visita' de una mujer que, con un altavoz desde la calle, les decía a los jóvenes: «Estáis retenidos ilegalmente. Os apoyamos para que os liberen, que sepáis que estamos con vosotros». En los balcones, muchos de ellos aplaudían y vitoreaban esta muestra de apoyo.

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La actitud de los jóvenes ha saltado incluso a las páginas de la prensa internacional. Así el italiano Corriere de la Sera reproduce en sus páginas el testimonio de un hombre de 30 años que estaba confinado en el Bellver antes de que llegasen los estudiantes. «Antes estábamos tranquilos pero ahora... hay carreras por los pasillos, gritos, golpes, ponen la música a tope, usan los teléfonos internos para hacer bromas a otros confinados, salen de la habitación cuando quieren y no hacen caso del personal de seguridad del hotel. Esto es un desmadre que dura veinte horas al día», describe. Y si alguien les recrimina su actitud poco cívica, no responden muy bien. «Tiran frutas y platos de espaguetis desde los balcones. La chica de la habitación contigua a la mía amablemente les pidió que bajaran la música. En respuesta le arrojaron una manzana», cuenta.

Lo que cuentan los empleados del hotel no tiene desperdicio. Hablan de que los chavales ensucian los pasillos y tiran la comida que les prepara el hotel. Prefieren pedir comida a domicilio a través de aplicaciones móviles en establecimientos de la zona que dejan los pedidos en la recepción. Y aún hay más episodios rocambolescos: ayer dos estudiantes se fugaron. Tras unas horas sin que nadie supiera dónde estaba, uno de ellos -un mayor de edad que dio negativo en las pruebas PCR- regresó voluntariamente tras ser localizado por la Policía Nacional. Podo después, los agentes también localizaron al otros, que ahora se encuentra con su tutor.

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La delegada del Gobierno en Baleares, Aina Calvo, ha explicado que se ha reforzado la vigilancia policial sobre el hotel para impedir la llegada de alcohol y para controlar más a los adolescentes, que incluso dentro del hotel, siguen favoreciendo el aumento de los contagios al reunirse sin guardar el aislamiento. «La inmensa mayoría de los jóvenes ha tenido un comportamiento razonable, educado y comprensivo», ha señalado Calvo en una entrevista en la Ser.

Habeas corpus, denegados

Mientras, varios juzgados de Palma han desestimado ya decenas de las más de 200 solicitudes de habeas corpus -derecho recogido en la Constitución que protege a cualquier ciudadano ante arrestos y detenciones arbitrarias- presentadas por padres de los estudiantes. La Fiscalía, por su parte, no está a favor de la decisión de confinar forzosamente a los jóvenes, y ha solicitado al Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Palma que no ratifique la resolución del Gover que lo posibilitó.

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Consideran que la medida «no resulta plenamente justificada ni proporcionada de acuerdo con la legislación vigente». El Ministerio Fiscal puntualiza que no se cuestiona la gravedad de la situación, pero considera el aislamiento desproporcionado ya que «por el momento todos los casos han sido asintomáticos o leves y que ninguno ha precisado hospitalización».

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