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Evitan hablar de control, pero lo cierto es que en Osakidetza se confiesan «satisfechos» por la situación epidémica que vive Euskadi. Los últimos datos certifican, no solo la contención del virus, sino un claro retroceso en el número de nuevos casos. En las últimas siete ... jornadas se han detectado 2.716 casos, un 14,8% menos que la semana anterior. Pero es que en ninguno de estos días se ha superado la barrera psicológica de los 500 nuevos positivos diarios. Hay que remontarse casi dos meses, a la primera semana de agosto, para encontrar unos datos mejores.
La menor aparición de nuevos contagios se traslada desde hace unas semanas a los hospitales. Los ingresos diarios por el virus oscilan en una horquilla más que asumible para los centros. En los últimos días varían entre los 20 del domingo 33 de ayer. Lejos de los 71 registrados hace un mes, en pleno pico de la segunda ola, y nada que ver con los más de 100 enfermos graves que recibieron casi a diario durante la segunda mitad de marzo y la primera de abril, las semanas más duras de la pandemia. A esto se suma que desde hace jornadas las altas superan a las nuevas hospitalizaciones. Ayer la cifra de pacientes Covid internados se había reducido a 300.
Incluso en la cifra de muertes se aprecia ya un descenso. Los 46 decesos por coronavirus de la pasada semana suponen 16 menos que la anterior. El perfil del fallecido en esta oleada sigue siendo el de una persona anciana.
Ignacio Garitano, coordinador del Programa de Vigilancia y Control del Departamento de Salud, reconoció que están «satisfechos» con el resultado logrado las medidas aplicadas hasta la fecha. A la mayor concienciación de la sociedad, que reconocen desde Osakidetza, Garitano añadió el trabajo hecho por el Servicio de Salud. «Creemos que la estrategia que se está siguiendo en Euskadi para hacer frente a la pandemia es adecuada. Una estrategia que se sujeta en la disponibilidad de pruebas diagnósticas en atención primaria, pero también en Urgencias o en otros dispositivos de atención continuada, y en la vigilancia epidemiológica, con el rastreo y seguimiento de los casos».
Se trata de dos herramientas fundamentales, en palabras del que se ha convertido en el principal portavoz de Osakidetza en el último mes, para que el País Vasco haya podido doblegar la curva de contagios y presentar los datos actuales. Y no por estas buenas cifras se ha «bajado la guardia» . «Realizamos unas 9.000 PCR diarias de media y el descenso de casos que estamos viendo no ha sido acompañado por una disminución de test. Hemos mantenido la capacidad diagnóstica», destacó.
Actualmente Euskadi tiene activos 4.248 casos de coronavirus, 385 de ellos detectados ayer, y la cifra de confinados, entre positivos y personas con relación estrecha con alguno de estos contagiados, es de 8.728. Son 3.500 vascos menos en cuarentena que los que había hace dos semanas, otro dato para avalar la «tendencia favorable» de la epidemia en Euskadi, a la que ayer se volvió a referir el epidemiólogo.
La situación actual del País Vasco dista mucho de la de otras regiones con una transmisión comunitaria descontrolada, caso de Navarra y, en especial, de Madrid. Garitano trasladó ayer un mensaje de tranquilidad a la población vasca, ya que en Euskadi no se da ninguno de los tres criterios aprobados por el Ministerio de Sanidad y la mayoría de las comunidades para confinar las ciudades más castigadas por el patógeno.
Ni hay una incidencia en los últimos 14 días de más de 500 casos por cada 100.000 habitantes -la de Euskadi se sitúa en 269-, ni la tasa de positividad de las PCR supera el 10% -la vasca lleva una semana por debajo del 5%-, ni un 35% de sus camas UCI están ocupadas por pacientes Covid. Los hospitales de Osakidetza atienden a 55 enfermos críticos por coronavirus en unas unidades con 221 plazas de base y capacidad para crecer hasta las 680.
Con estos parámetros Garitano aseguró que «estamos en un escenario bastante lejano al que presenta Madrid y no tenemos motivos para pensar que Euskadi se va a acercar a esos datos». Pese a estas buenas cifras el coordinador del Plan de Vigilancia recordó la necesidad de mantener la «prudencia porque la situación puede cambiar». Este virus ha demostrado su capacidad para causar grandes brotes y expandirse con facilidad. La prueba es esta segunda ola. Llegó en la segunda mitad de julio. Nadie la esperaba tan pronto.
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