Una usuaria de una residencia de Vitoria recibe la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus. EFE

Euskadi roza los 30.000 vacunados y se ratifica en guardar la mitad de las dosis

Sagardui alega que las controvertidas reservas permitirán afrontar esta semana el recorte de viales aplicado por Pfizer

Martes, 19 de enero 2021, 13:15

La súbita reducción en las entregas semanales de Pfizer ha terminado por reafirmar al Gobierno vasco en su estrategia de vacunación contra la Covid-19, criticada por la oposición e incluso otras administraciones públicas por su lento ritmo. El Ejecutivo autonómico saca pecho y alega ... que la reserva de la mitad de las remesas está garantizando la administración de la segunda toma en tiempo y forma a quienes ya recibieron la primera. En caso de no haberlo hecho, justifican, la dosis definitiva para completar la inmunización no se estaría pudiendo inyectar al de 21 días, tal y como receta la farmacéutica estadounidense.

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Hasta el día de este martes, tres semanas después de arrancar la campaña, Euskadi había administrado 29.325 viales contra el coronavirus a un total de 28.930 personas, según anunció la consejera de Salud, Gotzone Sagardui. En el conjunto de España, el Ministerio de Sanidad reveló este martes que el país está a punto de alcanzar el millón de dosis y que cerca de 10.000 personas han recibido ya las dos inyecciones.

En Euskadi, 395 ciudadanos −usuarios y personal de las residencias de mayores− ya han recibido ambas dosis, que generan una inmunidad del 95% frente al patógeno. Sagardui dijo desconocer este martes la cifra de trabajadores de geriátricos que han optado por no vacunarse.

El pasado viernes también empezó el proceso para inmunizar al personal sanitario de Osakidetza, que alcanza ya a 914 profesionales. En este caso, se comenzó con 700 productos de la compañía Moderna, recetado para menores de 65 años, pero ahora se está extendiendo también a la de Pfizer, eso sí, «en función de la disponibilidad».

Las estadísticas, aun así, siguen reflejando que el País Vasco es la comunidad autónoma que menos pinchazos ha efectuado en proporción a los viales recibidos. Esta especie de ranking, en el que Euskadi 'paga' su cautela por reservar la mitad de las dosis para reaccionar ante eventuales emergencias, lleva días generando una importante bronca política. Especialmente desde que Pfizer anunció un frenazo a la producción y, en consecuencia, a la entrega de sus vacunas. Otras comunidades más adelantadas en la campaña dieron la voz de alarma y el Gobierno central, consciente de los riesgos, amagó con priorizarlas a base de penalizar a las regiones que menos dosis habían administrado.

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Aquel ademán, del que Euskadi habría salido malparado, precipitó la réplica del lehendakari. En opinión de Iñigo Urkullu, esa decisión «resultaría injusta» y llevaría a «una carrera alocada por vacunar a cualquier precio que se ha demostrado ineficaz y peligrosa». Sus palabras se toparon con la respuesta del delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, quien le recordó que las dosis «están para inyectarse, no para almacenarse». Finalmente la entrega del pasado lunes acabó olvidando cualquier tipo de castigo y mantuvo el reparto proporcional a las comunidades autónomas, independientemente de su ritmo en la administración.

Una semana «crucial»

Pasado el mal trago, el Ejecutivo vasco considera que su cautela se ha visto avalada tras el descenso en la fabricación del producto de Pfizer, que se ha comprometido a cerrar el primer trimestre del año entregando todas las dosis comprometidas para ese plazo. «Ha sido una estrategia adecuada, nos garantiza la inmunización en caso de que haya falta de suministro, como ha ocurrido», se congratuló este martes la consejera de Salud.

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La reducción en los envíos ha llegado «en una semana crucial en la que hacen falta tantas vacunas como en la primera entrega», señaló la responsable sanitaria. Según los cálculos que hizo públicos el Gabinete autonómico, sin una reserva estratégica, la mitad de quienes recibieron la primera dosis durante el arranque de la campaña no tendrían disponible esta semana la segunda toma, que completa la inmunización.

De esta forma, Sagardui defendió que la menor velocidad de Euskadi «no se trata de una cuestión de capacidad, sino de disponibilidad de las dosis». En este sentido, se escudó en que Osakidetza inoculó casi 600.000 remedios contra la gripe común en cuestión de dos meses, lo que a su modo de ver certifica la preparación del Servicio Vasco de Salud para hacer frente a una campaña masiva como la del covid.

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