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El Covid-19 acostumbra a ofrecer severas bofetadas, pero la que arrojaron este domingo los datos en Euskadi fue especialmente dura. El departamento vasco de ... Salud notificó un total de 610 contagios en las últimas horas. Récord de casos en esta segunda ola del virus, desde que se reactivara a mediados de julio, devolviendo a la población a una incertidumbre que semanas antes se había minimizado por la estabilización de los positivos. Pero la gravedad que implica la cifra va todavía más allá. Fue la tercera jornada con mayor número de infecciones diarias en toda la pandemia, desde que se decretó la alerta sanitaria a finales de febrero.
Según los datos del último boletín epidemiológico publicado, a fecha del 16 de julio, que mostraba los datos acumulados de PCR positivas diarias en Euskadi, no se sobrepasaba el umbral de los 600 casos confirmados desde el 26 de marzo. Ese día fueron 632. Una escalofriante cifra que llegó un día después del pico epidémico, con 723 personas infectadas.
La evolución del virus en la CAV se complica todavía más. Este lunes entra en vigor la declaración de emergencia sanitaria, que permitirá al Gobierno vasco implantar nuevas medidas restrictivas para tratar de aplacar la escalada del patógeno. La consejera de Salud, Nekane Murga, ya alertó hace semanas de la gravedad de la situación y el sábado aseguró que la pandemia estaba en «fase de ascenso».
La enfermedad sigue ofreciendo un alto volumen de contagios propio de los primeros días de confinamiento. Si el virus va camino de superarse en esta nueva onda epidémica, solo la evolución de la pandemia lo dirá. Antes de 10 o 14 días, que es el tiempo de incubación de la enfermedad, no se verá si las medidas que aprobará mañana el Gobierno vasco son suficientes para aplanar la curva, el gran objetivo. La tendencia es preocupante, ya que los afectados vascos van cada día a más. Aunque el escenario es «diferente» porque ahora se realizan más cribados y se detecta a los positivos de manera temprana, la curva no para de crecer.
Osakidetza practicó durante el sábado un total de 7.780 pruebas PCR, casi 500 menos que el día anterior, pero arrojaron 35 positivos más que el viernes. Una semana negra, alarmante. Euskadi la cierra con 3.245 contagios, el triple que del 27 de julio al 2 de este mes. Y si el cómputo semanal se compara con principios de julio, cuando apareció el brote de Ordizia, la diferencia es abismal: del 6 al 12 se registraron 192 casos. Ahora hay 16 veces más.
En cada provincia la evolución está siendo diferente. Bizkaia se mantiene como la más golpeada –370 positivos, 8 menos–, pero la curva está experimentando una importante subida tanto en Álava como en Gipuzkoa. En el caso del territorio más meridional, ya son tres días por encima del centenar. Ayer, 130. En Gipuzkoa, el salto ha sido relevante en las últimas horas, con 106 contagios, casi el doble. El aumento se puede deber, entre otras causas, al foco de Azpeitia, que sumó 47 casos.
A más número de infectados, mayores probabilidades de que haya enfermos cuyo estado de salud se complique. Por el momento, la situación está controlada en los hospitales vascos, pero el número de ingresos sigue creciendo. Eso sí, en las últimas horas, el ritmo ha disminuido, ya que hubo 18 ingresos en planta, casi la mitad que el viernes, con 31. Así, el número de hospitalizados en planta es de 142, tres menos que el sábado. La UCI sí recibió un paciente crítico más y ya son 14.
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