Euskadi encara un mes decisivo para acelerar la inmunización, con demora en mayores de 60

Si hay algo que ha condicionado el avance de la campaña, ha sido la disponibilidad de dosis cada semana. A los envíos por parte de las farmacéuticas hay que sumarle la estrategia de dosificación, que al principio de la campaña era la mitad de las que llegaban. En una semana clave para avanzar hacia el escenario de inmunidad grupal, Euskadi sigue a la cola en pauta completa con respecto a otras comunidades. Con los mayores de 80 inmunizados, va con retraso los de 70 a 79 años. El 84% tiene ambas dosis, solo por delante de Canarias (83%), Ceuta (80,9%), Cataluña (76,7%) y Melilla (75,1%), según la comparativa del Ministerio. Euskadi lo eleva al 86%. La media en el Estado es del 88,5%. La primera dosis, en cambio, la tienen ya el 98,1%.

La situación en la franja de edad de 60 y 69 años va más lenta por los plazos de vacunación. Solo el 7,6% en Euskadi, al que mayoritariamente se le ha puesto AstraZeneca, tiene la protección completa contra el Covid. Aunque el 93% tiene la primera dosis. Los primeros sexagenarios vacunados con AstraZeneca cumplirán el plazo de doce semanas entre pinchazo y pinchazo alrededor del 21 de junio. En el resto de comunidades el porcentaje de los que tienen la pauta completa es mayor, solo va por detrás en el ranking Baleares, con el 5,7% inmunizado. Las próximas semanas y la decisión de repetir o no suero de los menores de 60 vacunados con AstraZeneca será clave para el avance de la protección de los sexagenarios.

El Gobierno vasco comenzó la campaña con la estrategia de guardar la mitad de las dosis para garantizar la segunda inyección, un plan que ha provocado un retraso en la inoculación respecto a otras comunidades y que además no se ha mantenido estable en el tiempo. Precisamente esa variación de 'stock' ha sido la que ha marcado la vacunación desde el primer minuto. Tras unos primeros meses con el 50% de unidades de Pfizer guardadas, hace poco más de un mes esa reserva bajó al 20%, según cálculos realizados en base a los boletines de Osakidetza, y ahora, tras la 'crisis de AstraZeneca', es aún menor. Osakidetza ha modulado esta reserva en función de las dosis disponibles, con el objetivo de mantener un alto ritmo de inoculación. Con el parón del suministro del fármaco anglosueco y el retraso de sus envíos, el departamento vasco ha tenido que hacer uso de Pfizer para algunas personas de entre 60 y 69 años. Si en marzo se guardaron casi 40.000 unidades para completar la pauta, esa cifra fue bajando en las semanas posteriores, llegando a las 26.000 de abril y a las 10.800 de esta semana.

No hay campaña de vacunación sin AstraZeneca. El fármaco anglosueco ha estado en el punto de mira desde el inicio. Primero iba destinado a los menores de 55, después, tras detectarse casos raros y poco frecuentes de trombos, se paralizó su uso durante casi diez días. Tras el aval de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) de su seguridad, se retomó. Al poco, no obstante, se volvió a parar, dejando a 83.000 vascos menores de 60 años con la primera dosis. Desde entonces, ha sido el antídoto dirigido a las personas de entre 60 y 69 años. Pero la trama AstraZeneca no termina aquí. Ahora, tras haber suministrado la vacuna a todos los sexagenarios y a esos 83.000 trabajadores esenciales, llega el turno de la segunda dosis. Los menores de 60 pueden elegir si repetir con este antídoto o ponerse Pfizer, como recomienda Sanidad, pero parece que la mayoría optan por no mezclar. El problema, entonces, es el siguiente: la falta de dosis después de que Osakidetza decidiera no guardar reserva de AstraZeneca por tener doce semanas entre la primera y segunda dosis. Los envíos, en cambio, no han llegado cuando estaban previstos y Euskadi empezó hace dos semanas a rehacer la reserva de dosis de este preparado. Debe garantizar la segunda inyección a los sexagenarios y a todos aquellos que deseen volver a inocularse AstraZeneca. Con 30.634 dosis disponibles, Osakidetza confía en las 70.000 que deberían llegar mañana.

Si hay una vacuna que estaba llamada a revolucionar la campaña, esa era Janssen. Con una sola dosis protege contra el Covid, sin necesidad de más pinchazos. Sus envíos, sin embargo, han sido escasos e irregulares, al igual que los de Moderna. En un intento de acelerar el ritmo de vacunación, el Ministerio de Sanidad estudia ampliar el uso de Janssen a las personas de entre 40 y 49 años -en estos momentos solo se inocula a mayores de 50-. Además, se recomienda para personas sin hogar, migrantes en situación irregular o cooperantes o arrantzales, que pueden tener más complicado acudir a una segunda cita.

El preparado de Pfizer/Biontech es el que más se ha suministrado en Euskadi. 528.415 de las 877.688 dosis puestas hasta la fecha pertenecen a este suero, según el último boletín de Osakidetza. Tras los contratiempos con los envíos del resto de marcas, tanto el Gobierno vasco como el central han fiado ya la campaña a este fármaco, incluso recomendándolo como segunda dosis para los menores de 60 años que han recibido la primera de AstraZeneca. Hasta la fecha, es la vacuna de las que más unidades ha recibido Euskadi, un total de 965.000. Pese a que las últimas semanas las remesas han sido algo menores a lo que se acostumbraba -unas 70.000 en vez de 90.000-, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya ha anunciado que la compañía suministrará en junio 13 millones de vacunas, el mayor envío hasta la fecha. Si no hay contratiempos, esta noticia supone 700.000 dosis para Euskadi en las próximas semanas, según la proporción con la que se han venido repartiendo los envíos entre las comunidades autónomas.

Tanto el Gobierno vasco como el central se habían propuesto terminar con la vacunación de todos los mayores de 50 años este junio. Será el próximo hito de la campaña, que pese a haberse retrasado por Astrazeneca, siempre que los envíos semanales de Pfizer se cumplan, todavía es alcanzable. Euskadi tiene al 54,3% -49,3% según el Ministerio- de este colectivo con una dosis y al 12,7% con la pauta completa. Los siguientes serán los de 40 a 49.

El siguiente reto es el de la inmunidad rebaño. Las previsiones a día de hoy se mantienen. Tener protegida contra el Covid-19 a más del 70% de la población en agosto. Si el ritmo no decae, en Euskadi se podría llegar a ese objetivo en dos meses.

Las residencias fueron las primeras en alcanzar la pauta completa, entre los meses de enero y febrero. Desde entonces, en Gipuzkoa, solo un usuario ha fallecido con coronavirus, pero «no por Covid», según apuntó la Diputación, al tratarse de una persona que cuando contrajo el virus tenía ya una situación muy delicada. Los contagios también han caído. En estos momentos los geriátricos del territorio están libres de Covid. Desde que se logró la inmunización, 27 mayores han dado positivos y 26 han pasado la enfermedad asintomáticos, muestra de que la vacuna -en este caso la de Pfizer/Biontech- es eficaz. Ahora, las residencias pueden mirar hacia el futuro con la vista puesta en la flexibilización del protocolo de visitas y salidas, que ya se ha empezado a relajar.