Euskadi se decanta por respetar los criterios de la EMA a la hora de administrar AstraZeneca

Ayer Sagardui manifestó que en el Departamento de Salud «nos preocupan las dudas que generan los casos adversos producidos con AstraZeneca y Janssen». «Estamos en la fase 4 del desarrollo de las vacunas, la de la vigilancia farmacológica sobre su administración masiva en la población. Es común que en todos los medicamentos aparezcan reacciones adversas cuando se administran a millones de personas porque es imposible prever tanta variedad de antecedentes, circunstancias y estados de salud», indicó.

Durante su intervención en la Comisión de Salud del Parlamento vasco, la consejera lanzó una pregunta al aire que, por su forma de construirla y los matices que empleó, no dejó dudas sobre su postura al respecto. «La cuestión es si solo vamos a seguir adelante cuando tengamos la evidencia de riesgo cero o, como aconsejan las agencias de medicamentos, aceptamos que el beneficio es infinitamente mayor al riesgo».

Quien sí contestó fue el representante del PNV en la comisión, Luis Javier Tellería. A los partidos les trasladó la «necesidad de alcanzar un consenso» político «para trasladar confianza en las vacunas y en la EMA» a la sociedad. Tellería insistió por dos veces en esta idea. Su propuesta contó con el apoyo expreso de los representantes de Bildu y PP.

Ayer quedó de nuevo patente que en Salud no comparten la decisión de la pasada semana del Ministerio de aplicar nuevas limitaciones a AstraZeneca, pero también que Osakidetza cumplirá lo que se decida en el Consejo Interterritorial de Salud sobre las vacunas, aunque no esté completamente de acuerdo. Como dijo Sagardui, se trata de «un debate científico que tiene consecuencias en Euskadi». Y es que puede retrasar el avance de la campaña de vacunación en pleno auge de la epidemia. Otros países con una política de inoculación más agresiva que la vasca y la europea, como es Reino Unido, han conseguido controlar la pandemia, en gran parte, gracias a las más de 20 millones de personas que han recibido la primera dosis de AstraZeneca.

En las islas no ha habido duda de comenzar a administrar la segunda inyección del suero. En España aún no se ha decidido qué hacer con los menores de 60 a los que se pinchó el primero: si dejarlos así, ofrecerles AstraZeneca o proponerles una dosis de otra fórmula. Sagardui aseguró que esa decisión la tomará la Comisión de Salud Pública. Será la misma para todas las comunidades.

Mientras se toma esa resolución en Euskadi la campaña avanza. Durante el lunes y el martes se administraron 27.709 inyectables. La inmensa mayoría de Pfizer en persona de entre 75 y 79 años. Es en ellas en las que se está centrando la vacunación estos días, así como en los enfermos muy vulnerables (trasplantados, pacientes oncológicos, con tratamiento de diálisis...). El mañana está previsto que se retome la vacunación con AstraZeneca en personas de 60 a 65 años con las escasas 6.400 unidades de este suero recepcionadas el martes.