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El pasado viernes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, introdujo dos matices sobre la campaña de inmunización que han pasado algo desapercibidos pero que son de gran calado. «Tenemos el objetivo común en la UE de vacunar al 70% de ... la población adulta para el final del verano, el 21 de septiembre», dijo. Su mensaje fue interpretado como un aviso a navegantes para que los 27 acelerasen la inoculación de las dosis recibidas, pero decía mucho más. La mandataria les lanzó dos grandes balones de oxígeno a los aliados. Fijó a final del verano y no al principio la meta -son tres meses más-, y estableció un nivel de población menor a vacunar del marcado, por ejemplo, por España.
Esa diferencia supone muchos millones de personas. Solo en Euskadi estamos hablando de 550.000 mayores de 18 años menos a inmunizar antes del otoño, una cuarta parte de la población vasca. El menor ritmo con el que están llegando las profilaxis y la incertidumbre con respecto a que todas las farmacéuticas cumplan sus compromisos de entrega en fecha pueden estar detrás de estos suavización en los objetivos.
Miren basaras, microbióloga
¿Puede lograr Euskadi cumplir el nuevo plazo marcado por Bruselas? «Si llegan todas las dosis que prometen se podría llegar, siempre que se pongan todas. Al ritmo actual es imposible», asegura Miren Basaras, microbióloga y profesora de la UPV. Con la revisión de la UE los números ahora son más asumibles. ¿Cuantas vacunas se necesitan? Deberíamos recibir 2.285.355 unidades adicionales a las 154.850 percibidas desde el inicio de la campaña y pincharlas a un ritmo de 76.178 a la semana hasta el 21 de septiembre. Solo así se lograría.
Estas más de dos millones de dosis son las necesarias para dar una inyección a las 23.494 personas que tienen el primer pinchazo y a los 128.500 adultos vascos, según datos de Salud, que han pasado el coronavirus y solo necesitarían de una única dosis para reforzar los anticuerpos generados. Dos precisarían otros 1.242.404 mayores de edad para ser inmunizados. En las 8 semanas que suma la campaña, en Euskadi solo 44.753 personas han recibido la pauta completa, la mayoría en residencias. Osakidetza no ha empleado aún 47.459 inyecciones, un 30% de todas las que le ha hecho llegar el ministerio, según los datos de Sanidad.
El viceconsejero de Salud, José Luis Quintas, garantiza la capacidad vasca de mantener un ritmo alto de inoculación y pone como ejemplo las 600.000 dosis contra la gripe puestas en dos meses. «En Euskadi podríamos llegar a administrar 20.000 vacunas diarias cuando lleguen de forma más masiva», aseguró el viernes. De momento el ritmo con la profilaxis de la Covid-19 es mucho más pausado. Y aunque esta semana se ha incrementado hasta las 2.976 diarias, sigue siendo insuficiente.
gorka orive, investigador
Según Salud, es básico para lograr el objetivo que se garantice el suministro y fluyan las vacunas. Y ahí está el gran problema que está condicionando el ritmo de la campaña en Europa. A Euskadi esta semana solo han llegado 19.890 dosis de Pfizer y en los próximos días se espera recibir otras 18.200 de AstraZeneca. La pasada, que fue la que más se recibieron, Osakidetza notificó la entrega de 40.700. Son todas ellas cantidades insuficientes para alcanzar la inmunidad de grupo en el plazo marcado.
España tiene, a través de la UE, contratos para recibir 52 millones de dosis de Pfizer, 31 de AstraZeneca y 16 de Moderna, a los que se le sumarán hasta 30 más de esta compañía tras el último acuerdo. Pero la mayoría de ese ingente número de inyecciones aún no ha comenzado a llegar. De momento Pfizer es la compañía que mejor está cumpliendo sus compromisos. Ha entregado 3 de los 6,2 millones de unidades previstas para el primer trimestre. AstraZeneca espera llegar a 4, la mitad de las acordadas.
La ministra Darias insiste en que todo cambiará a partir de abril. Los acuerdos alcanzados y pagados prevén un incremento grande de los envíos de todas las farmacéuticas a partir del segundo trimestre, en especial de Pfizer, vacuna sobre la que está pivotando la estrategia de inmuización. A los tres sueros autorizado se les sumará en marzo Janssen, cuya fórmula es de una única dosis, y a lo largo de la promavera se espera que lo haga Novavax. Con la primera ya hay un contrato de entrega firmado y con la segunda se está negociando.
El epidemiólogo Quique Bassat, del IS Global Barcelona, es optimista. «Con todo lo que está comprometido tendría que haber una hecatombe para que no tener suficientes dosis para llegar al 70% de la población antes del otoño». Lo que sí parece seguro que se va a lograr, estima el investigador y profesor de Farmacia de la UPV, Gorka Orive, como poco para el final del verano «la población de riesgo sí estara vacunada y eso se notará a nivel asistencial». También en las cifras de muertes. Orive estima que para alcanzar la inmunidad de rebaño fuerte es posible que haya que esperar algo más. A «otoño e incluso invierno».
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