Euskadi centra su plan de salud en fomentar la vejez saludable y reducir las muertes evitables

El objetivo del plan es garantizar que la asistencia sanitaria «continúe manteniéndose en los niveles de calidad y servicio que siempre le han caracterizado», según se compromete el lehendakari Iñigo Urkullu en el prólogo del documento. «Aspiramos a que en 2030, la población de Euskadi alcance unos niveles de salud mejores que los que disfrutamos en la actualidad; y que todos podamos seguir contando con unos servicios de salud pública y de asistencia sanitaria universales, públicos, de calidad y equitativos», afirma.

Con la idea de fomentar «una Euskadi más saludable», el documento desarrolla diez líneas estratégicas dirigidas al conjunto de la población, pero que tienen su punto de mira en los dos aspectos más generadores de enfermedad y sufrimiento evitable, la vejez y un estilo de vida nocivo. «Invertir en la salud de cada etapa vital repercutirá en las sucesivas», recuerda el escrito.

«Euskadi muestra un marcado envejecimiento poblacional», advierte el trabajo. Un 23,2% de la población tiene ya 65 años o más. Son casi uno de cada cuatro, una cifra nada despreciable si se tiene en cuenta que hace sólo diez años, en 2013, era del 20,2%, uno de cada cinco. La perspectiva, además, tampoco parece halagüeña. En diez años, entre 2012 y 2022, la natalidad cayó en Euskadi cerca del 30% y si se piensa en los años ochenta, en torno al 40%.

El trabajo plantea por ello la necesidad de desarrollar programas que ayuden a potenciar las capacidades de las personas mayores para seguir desarrollando «una vida plena sobre la base de su propio empoderamiento». Además propone lograr «entornos y comunidades amigables, inclusivas y adaptadas a las necesidades» del colectivo; y «lograr un abordaje integral e interdisciplinar» de sus necesidades sanitarias y sociales.

Tres de los diez objetivos que se marca el plan tienen un carácter transversal. El Departamento que dirige Gotzone Sagardui también busca reducir las desigualdades en salud. Aunque era ya una meta del anterior proyecto, el Gobierno vasco vuelve a considerar «prioritario» acabar con las diferencias en términos de esperanza de vida que delimitan cuestiones como vivir en una zona determinada, sufrir sobrepeso u obesidad, o la tenencia de determinados hábitos sanitarios en función del poder adquisitivo. Además, Salud quiere que las personas «sean protagonistas y agentes activos de su bienestar»; y mejorar la colaboración institucional en materia sanitaria.

Las medidas dirigidas a las personas de mayor edad se complementarán con otras pensadas en los más jóvenes. El mejor tratamiento comienza por la prevención. Salud se plantea, por ello, que los niños y adolescentes lleguen a la edad adulta con todo su potencial de salud, «física y emocional». En este sentido, el Gobierno vasco pondrá en marcha programas para el desarrollo de conductas y hábitos saludables.

El Plan de Salud 2023 también se propone reducir los casos de enfermedad y muerte (morbimortalidad) y lograr «la sostenibilidad y la excelencia» en términos de «calidad, humanización y seguridad de los sistemas asistenciales». El documento incluye, asimismo, un compromiso por el fortalecimiento del sistema de salud pública, otro por la prevención y atención de las dolencias relacionadas con contra el cambio climático; y otro último, sin cuantificar, a favor de una inversión práctica en la investigación y la innovación en Euskadi, que permita mejorar la salud de la ciudadanía.