Una operación para colocar un implante mamario. REUTERS

Cada día se realizan en Bizkaia 10 operaciones de cirugía estética

Una nueva orden del Ministerio obliga a que estas intervenciones sean practicadas por cirujanos plásticos para poner fin al intrusismo en este sector, que se acerca al 50%, y los riesgos y secuelas que esto genera

Domingo, 6 de octubre 2024, 01:00

Los cirujanos plásticos de Bizkaia han recibido con satisfacción la orden publicada por el Ministerio de Sanidad por la que se fija qué médicos pueden realizar operaciones de cirugía estética. A partir de ahora solo los plásticos y aquellos especialistas que hayan adquirido competencias en cirugía estética durante su formación médica, caso de los oftalmólogos para cuestiones oculares y los 'otorrinos' para la nariz, pueden realizar estas intervenciones. Sanidad ha tomado esta decisión para poner fin a la laxa regulación que existía en un sector en auge, con un aumento tanto de intervenciones como de nuevos centros en los últimos años.

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«Hasta ahora cualquier licenciado en medicina podía realizar operaciones estéticas, incluso sin tener ninguna especialidad, lo que ha generado complicaciones importantes en varias pacientes», explica Ricardo Ruiz de Erenchun, vocal de Seguridad de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE) y jefe de este servicio en el Hospital Quirónsalud Bizkaia. Una de las más graves y más trascendencia fue el caso de Sara Gómez, fallecida en enero de 2022 por las secuelas de una liposucción que le practicó un cirujano vascular. Aquel episodio fue el detonante de la puesta en marcha de esta orden ministerial, que a nivel popular se conoce como 'Ley Sara'.

El intrusismo en la cirugía plástica y estética se ha convertido en estos años en un problema para el sector. Las cifras que manejan las sociedades médicas apuntan a que un tercio de los profesionales que ofrecen tratamientos de cirugía plástica y estética no cuentan con la titulación necesaria. Ruiz de Erenchun cree que en Bizkaia la situación es peor y que «existe intrusismo en la mitad de los establecimientos que ofrecen estos tratamientos». Se aprovechan de que es un sector con un número reducido de profesionales titulados y en el que existe una creciente demanda. «En Bizkaia seremos una quincena los médicos especializados en cirugía plástica que trabajamos en las clínicas. Entre todos hacemos unas 10 operaciones cada día. A una media de 3.000 al año en el territorio», explica el vocal de Seguridad de SECPRE. Al margen de estas cifras quedan las intervenciones que se realizan en la sanidad pública y que principalmente tienen un fin reparador que estético.

Junto a la escasez de especialistas otro aspecto que aprovechan los 'intrusos' para hacerse un hueco en este negocio es el precio. Las estéticas son operaciones no incluidas en la Seguridad Social y que el paciente paga de su bolsillo. De ahí que exista cierta competencia dentro del sector y que profesionales sin la formación específica ofrezcan unas tarifas más bajas para captar clientes que las clínicas con especialistas formados en esta rama quirúrgica.

Hasta el punto de que por una blefaroplastia, una cirugía que permite corregir el exceso de piel y las bolsas de los párpados, llegan a cobrar «500 euros» cuando las tarifas en las clínicas con cirujanos plásticos se acercan a los «3.000», según detalla Ruiz de Erenchun, quien advierte de que «cuanto menos formación tengan las personas que realizan estas operaciones mayor daño pueden hacer al paciente». «La gente debe saber que está en juego su salud e integridad. Por eso debe informarse antes sobre si el médico que el va a operar está especializado en cirugía plástica y estética antes de someterse al tratamiento», insiste.

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Eliminan complejos y problemas físicos

La SECPRE indica que cada año se realizan más de 200.000 intervenciones de cirugía estética al año en todo el país y que su número se ha duplicado en menos de diez años. El 85% de las pacientes son mujeres y que mientras en las féminas las operaciones que más se demandan son de aumento de pecho y liposucciones, en hombres destacan las blefaroplastias y las rinoplastias.

Detrás de esta auge, apunta Ruiz de Erenchun, está el hecho de que este tipo de operaciones «son un servicio que ya no está estigmatizado como algo exclusivo de las clases ricas o considerado como banal». De hecho subraya «el efecto de salud» que proporciona la cirugía estética a los pacientes. «En nuestro día a día lo que más vemos son personas a las que con estas intervenciones les ayudamos a eliminar algún complejo que les está afectando a nivel psicológico y mina su confianza personal», explica. Chicas «con un pecho plano» que sufren por esta situación. O al contrario, con unas mamas demasiado grandes que les causa problemas por su elevado peso. En los varones lo que más operan son «ojos de señores con tanta piel en los párpados que se cae y les molesta al leer». No solo es estética, insiste. También es salud física o mental.

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