Osakidetza incorporará los cribados de cáncer de pulmón y de próstata

En el caso del cribado del órgano respiratorio, el programa de detección precoz es una reclamación de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). Este cáncer es la principal causa de muerte entre los hombres en Euskadi y la cuarta en mujeres. Cada año se diagnostican cerca de 1.250 tumores de este tipo, tal y como figura en las estadísticas oficiales de Osakidetza. De ellos, según SEPAR, «sobre el 70%» -unos 875 en el caso del País Vasco- se identifican en un estadio avanzado que los hace ya inoperables. El cribado busca detectarlos cuando la enfermedad aún es curable o, al menos, es posible aumentar la supervivencia del paciente.

En cuanto a los programas de detección precoz que ya tiene en marcha Osakidetza, el primero que echó a andar fue el de mama. Comenzó a funcionar en 1995. Desde entonces se han realizado más de 2,5 millones de exploraciones. Gracias a las mamografías efectuadas en este tiempo han aflorado un total de 12.663 tumores, de los que en el 84% de los casos fue posible realizar un tratamiento conservador. El pasado año se detectaron 709 cánceres, la mayoría en estadios muy precoces y con buen pronóstico, en mujeres de entre 50 y 69 años. El programa incluye a las féminas de entre 40 y 49 años con antecedentes familiares de cáncer de mama de primer grado.

El segundo cribado incorporado por Osakidetza fue el colorrectal en 2009. Desde entonces ha permitido detectar 4.519 tumores malignos. El 95% de las personas diagnosticadas lograron tener una supervivencia superior a los 5 años. Además gracias a él se han extirpado 30.929 lesiones premalignas. Solo en 2023 se identificaron con estos cribados cerca de 270 cánceres invasivos y 3.500 lesiones premalignas

El último cribado que ha sumado hasta la fecha al Servicio de Salud es el de cérvix. Lo hizo en 2018 y, según la información facilitada ayer por la consejería, en sus cuatro primeros años permitió identificar cerca de 400 casos de cuello uterino, con una supervivencia de las afectadas del 97%.

Los programas de detección precoz se mantienen como una de las principales herramientas de Osakidetza para localizar cánceres cuando aún son tratables. Otra de las grandes armas frente a estas enfermedades es la investigación. Actualmente, Salud participa en 507 proyectos científicos, de los que 151 son ensayos clínicos. Suponen cerca del 20% del total de trabajos activos en los institutos de investigación sanitaria y cuentan con una financiación externa de cerca de 11 millones de euros.

Los cánceres que más se investigan, sobre todo por su incidencia, son de mama, hematológicos, pulmón, piel, próstata, del aparato digestivo, respiratorios, urinarios, del sistema nervioso central y los de cabeza y cuello. Las investigaciones buscan mejoras en materia de prevención, diagnóstico, tratamiento, reducción de efectos secundarios y mejora de la calidad de vida de los pacientes.