silvia osorio
Lunes, 2 de agosto 2021, 12:42
Agosto ha arrancado con una alta incidencia del virus en Euskadi, pero con los primeros signos claros de repliegue de la quinta ola. Hay motivos para la esperanza, pero con cautela. Este lunes se notificaron 767 contagios, la cifra más baja en dos semanas, y ... la incidencia volvió a caer, hasta los 858 casos por cada 100.000 habitantes. Se trata del segundo día consecutivo de bajada, por lo que parece consolidarse el declive de este último embate vírico.
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Pero la pandemia se encuentra en un momento de incertidumbre. Los expertos consideran necesarias varias jornadas, una semana o más, con los positivos a la baja para dar por confirmado el cambio de tendencia. Tras varios días de estancamiento, ahora está por ver si la ola ha hollado su cumbre epidémica.
La incidencia acumulada a 14 días, la verdadera vara de medir el comportamiento del virus, experimentó una significativa caída: 11 puntos, frente a los 4 del día anterior. Por el momento, la curva tocó techo el pasado sábado, con 873 casos, el máximo de toda la pandemia, prueba fehaciente del empuje de esta oleada. Este parámetro también ofreció buenas noticias por territorios, sobre todo en Bizkaia, donde el cambio de rumbo se hacía de rogar. La provincia más poblada era la única donde la infección se mantenía al alza, pero en las últimas horas registró 932 por cada 100.000 habitantes, 2 menos que el día precedente.
Por su parte, el RO, el índice que muestra la velocidad de propagación, se ha mantenido por debajo de 1 durante todo el fin de semana tanto en el conjunto de la comunidad, como en los tres territorios. El boletín oficial arrojó luces, pero también algunas sombras. Por un lado, que los datos de los lunes se ven claramente condicionados por la menor actividad diagnóstica de sábados y domingos, lo que no permite obtener una fotografía real de la situación epidemiológica.
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Unos test que constataron un 10,5% de positividad. La gran preocupación. La transmisión sigue disparada. Esta tasa no baja del 10% desde hace ya veinte días. Muy alejado del límite que la OMS considera permisible para los países europeos (4%). Cuanto más baja esta tasa, menos casos se quedan fuera de la órbita de rastreo y control de Osakidetza.
A la espera de certificar si esta embestida ha alcanzado su pico se encuentran los hospitales de la red pública. Después de varias semanas con una calma tensa, la presión asistencial sufrió una leve caída. Hasta ayer, Osakidetza atendía en planta a 239 pacientes covid, cuatro menos que el viernes, y las UCI rompieron una tendencia al alza que se mantenía desde el 13 de julio, cuando tocaron suelo con 23 camas ocupadas. Según el último parte, se contabilizaron 60 críticos, tres menos que el día anterior.
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