La evolución favorable del virus se mantiene en Euskadi tras registrar 105 casos de covid en las últimas horas

En el camino hacia la casi normalidad, la evolución del virus sigue ofreciendo noticias positivas en Euskadi. El Departamento vasco de Salud ha reportado este viernes un total de 105 contagios de covid en las últimas 24 horas. Si se mantiene la tendencia favorable, el Gobierno vasco levantará la Emergencia Sanitaria en el nuevo decreto que apruebe el próximo martes tras la reunión del consejo asesor del LABI para revisar las medidas vigentes y avanzar así hacia una vida lo más parecida posible a la que se conocía antes de la pandemia.

El órgano presidido por el lehendakari Iñigo Urkullu, el encargado de tomar las decisiones sobre las restricciones, estudiará suavizar e, incluso, eliminar el grueso de las actuales limitaciones. La situación epidemiológica así lo avala. Y eso que en las últimas horas se ha registrado un ligero incremento de casos, en especial en Gipuzkoa, y una nueva ralentización en el ritmo de descenso de la curva de incidencia a 14 días. Este parámetro, la principal referencia para gestionar la crisis y calibrar el comportamiento del patógeno, se sitúa en 70 casos por cada 100.000 habitantes, solo 3 puntos menos que el día anterior.

Esta tasa ha bajado más despacio en las últimas semanas pero la caída ha sido constante, sin fisuras, lo que ha permitido vislumbrar un cambio inminente de etapa. De hecho, se prevé que a finales de esta semana alcance la cifra mágica de los 60 casos, el umbral fijado por los técnicos que asesoran al Gobierno vasco para hablar de la estabilidad de la pandemia. Con todo, los niveles de contagios han caído en picado. Por territorios, Bizkaia suma 50 nuevas infecciones, Gipuzkoa 43 y Álava 10. Los positivos registrados han superado la barrera del centenar después de cuatro días. No son pocos, pero suponen dejar atrás barreras psicológicas y se facilita la labor de rastreo a los profesionales de Osakidetza en su importante cometido de controlar la propagación del virus y cortar de raíz las cadenas de contagio.

Prueba de ello es que los niveles de transmisión se sitúan en los valores más bajos desde el verano pasado. Según el último boletín oficial, ayer, se realizaron 5.428 pruebas, entre PCR y test de antígenos, de las que un 1,9% diagnosticaron la enfermedad. El dato preocupante es el que arroja el R0, el índice que determina el número de personas a las que contagia a su vez cada persona infectada. Ha vuelto a subir. Según el parte, se sitúa en el 0,90, un total de 16 puntos más que hace una semana. Escala hacia la cota prohibida, pero lo importante es que se mantenga por debajo de 1, ya que significa que la pandemia continúa en fase de desaceleración.

Por otro lado, la caída de la presión asistencial ha vuelto a aumentar en planta tras varios días de ligeras oscilaciones. Las camas convencionales contabilizan un total de 9 pacientes más que el día anterior, lo que supone un total de 95. A ello ha contribuido que ayer un total de 27 vascos con síntomas graves de la covid tuvieron que ser internados, una cifra levemente mayor que hace una semana. Mientras, las UCI continúan con un panorama similar. De nuevo, repiten en las 37 camas ocupadas. Cifras esperanzadoras que cumplen los criterios marcados por el LABI para abrir más la mano con las restricciones. En Bizkaia, el Hospital de Basurto ya ha logrado poner el contador a cero en sus unidades de críticos cuatro meses después.

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