¿Tu marido te pega? Esta es la primera pregunta que jamás tiene que hacer un sanitario si quiere conseguir que esa paciente suya que probablemente oculte que está siendo maltratada, confíe en el sistema. Es demasiado invasiva. Cada profesional tendrá sus tácticas para abordar ... el tema de la manera más respetuosa posible, aunque existen cuestionarios homologados a nivel internacional. El WAST (Woman Abuse Screening Tool) propone algunas para romper el hielo. «En general, ¿cómo describiría su relación de pareja?» / «Usted y su pareja ¿con qué grado de dificultad resuelven las discusiones?» / Al terminar las discusiones, ¿se siente decaída o mal consigo misma?»...
Publicidad
Los redactores del protocolo de Osakidetza están convencidos de que un médico o enfermera formado sabrá cómo acompañar sin incomodar, sin hacerle repetir lo ocurrido una y otra vez. No revictimizar, liberar a esas mujeres de todo sentimiento de culpa y al mismo tiempo ser firmes a la hora de hacer ver su rechazo a toda forma de violencia de género forman parte del abecé de estas actuaciones.
La guía de Osakidetza, hecha junto a Emakunde, expertos de la UPV y Deusto y el Ayuntamiento de Vitoria, indica que «respetar sus silencios, su proceso y su propia construcción vital es una actitud fundamental del o de la profesional». No es fácil entrar poco a poco en un infierno, el de la violencia machista, que resulta incómodo para quien no ha estado ahí. Hay que buscar el momento, garantizar la confidencialidad, dedicar el tiempo que se requiera y además hacerlo con un lenguaje franco, «directo y sin eufemismos».
Explorar con delicadeza con qué apoyos familiares o sociales cuenta la víctima forma también parte de esas entrevistas. Tienen que sentir que no están solas y que hay posibilidad de cambiar. Y los profesionales son capaces de hacerlo incluso cuando entran en la consulta acompañadas de su agresor. Encuentran la manera de hacerle salir.
Publicidad
Si los especialistas temen por la vida de esa mujer deben contactar inmediatamente con policías y jueces, pero la mayoría de las veces el riesgo es más difuso y entonces la prioridad es que la víctima mantenga el contacto para que los sanitarios poco a poco puedan acompañarla en el proceso de asimilación y facilitarle el contacto de trabajadores sociales y psicólogos.
«Lo más importante es la actitud de búsqueda y la sensibilización que facilite contemplar la violencia como un factor presente en las consultas», subraya el protocolo.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.