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El Departamento de Salud cifra en 22.788 el número de personas que se verán afectadas en todo Euskadi por los cierres puntuales o totales que van a registrar en los centros de salud a lo largo del verano. El reajuste horario es habitual en ... los meses estivales por la bajada de la demanda y el «derecho al descanso» de la plantilla desde hace años, pero la consejera, Gotzone Sagardui, ha venido a reconocer la mañana de este viernes que la «escasez» de médicos de atención primaria condiciona especialmente la situación.
Durante su intervención en la sesión de control del Parlamento, Sagardui ha hablado de 2.200 afectados por los cambios. Fuentes gubernamentales han aclarado después que ese es el número de personas que deberán trasladarse a un centro de salud no habitual por el cierre total que van a padecer una decena de consultorios, la práctica totalidad en Gipuzkoa. En Bizkaia solo se da ese caso en Armintza por reformas. A esa cifra hay que añadir otras 20.551 personas a las que les repercutirán las bajadas de persiana temporales, de días o semanas. En esta situación van a estar 30 consultorios, la inmensa mayoría -23- en territorio vizcaíno.
La consejera de Salud, en todo caso, ha defendido que la calidad del servicio no va a verse mermada y que el 85% de los ambulatorios vascos «van a permanecer igual», con el mismo horario que en invierno. Traducido a cifras, significa que de los 342 centros sanitarios 225 mantendrán el servicio habitual, la mayoría en los núcleos más poblados. Hay otros 65 que adelantarán el horario de cierre de las 20.00 a las 17.00 o las 15.00 horas. El problema son el resto. Los datos fueron anunciados a mediados de semana y los ha vuelto a detallar hoy Sagardui. Su equipo ha matizado posteriormente que la cifra de afectados significa el 1% de la población, y que la media de asistencia a un ambulatorio en verano oscila entre 0,3y 0,6 veces por persona.
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La consejera se ha visto en la obligación de dar explicaciones después de que el pasado miércoles trascendiera el calendario provisional de reducción de horarios y cierres de ambulatorios y consultorios que maneja Osakidetza. Fue la propia Sagardui la que trasladó el documento a los sindicatos durante la celebración de la mesa sectorial en la que, entre otros asuntos, el Departamento de Salud intentó acelerar las negociaciones que mantiene con las centrales con la intención de reforzar la plantilla de personal médico en julio y agosto.
Los sindicatos constataron el miércoles avances «tímidos» en las conversaciones con Osakidetza. Algo es algo porque ambas partes se han vuelto a citar antes de que acabe el mes. Un encuentro que le permite a Salud mantener el calificativo de provisional para el calendario de ajustes horarios de los centros sanitarios. Depende de las contrataciones de personal eventual que se realice y de si la propuesta sobre las horas extras convence a un número considerable de médicos de familia para que se repiensen sus vacaciones.
La discrepancia radica en el precio de la llamada autoconcertación del personal sanitario, la posibilidad de repartir el exceso de demanda en el horario de trabajo habitual a lo largo del resto de la jornada. Hasta la fecha, los trabajadores de los Puntos de Atención Continuada cobran una tarifa menor que los de los ambulatorios y los sindicatos reclaman una equiparación para las extras entre las 20.00 y las 24.00 horas. Osakidetza se planta en las 22.00, y Sagardui ha querido hacer pública la oferta: 60 euros la hora.
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