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helena rodríguez
Miércoles, 3 de febrero 2021
Uno de los principales miedos de los científicos y de la población en general es la posibilidad de que el Covid-19 mute y agrave aún más la pandemia. Se trata de un proceso natural y previsible que en el caso de este coronavirus se ... ha producido desde el inicio de la epidemia. Sin embargo, no todos los cambios en el patógeno son igual de preocupantes y algunos mantienen a las autoridades sanitarias mundiales en guardia. Además de la británica, de la que ya hay un caso grave en la UCI de Cruces, en estos momentos existen dos cepas que la Organización Mundial de la Salud (OMS) vigila con atención: la sudafricana y la brasileña.
La casi confirmada mayor transmisibilidad de ambas -los científicos siguen investigándolas- ha hecho que este pasado martes el Gobierno de España prohibiese los vuelos procedentes de Brasil y Sudáfrica. Solo tomarán tierra los «que estén ocupados por ciudadanos españoles o andorranos, así como residentes en ambos países o pasajeros en tránsito internacional a un país no Schengen». En cualquier caso, estos ciudadanos de terceros países solo podrán realizar una escala inferior a las 24 horas y no podrán abandonar la zona de tránsito del aeropuerto español.
Pero, ¿qué es lo que sabemos exactamente de ambas variantes?
Esta cepa, similar a la británica, presenta dos mutaciones preocupantes: la E484K y la K417N. Los especialistas las consideran responsables de que sea más esquiva a los anticuerpos que genera el organismo para enfrentarse al virus. Es decir, que sería más resistente a las vacunas y que los que ya han padecido la enfermedad pueden volver a contagiarse con más facilidad. Baste un ejemplo: los últimos ensayos realizados con la vacuna de Novavax confirman que su eficacia contra ella es tan solo un 60%. Esta inmunización había demostrado un 95,6% de efectividad contra el Covid-19 inicial y un 85,6% contra el tipo británico.
En España el primer caso del que se tiene noticia se localizó el pasado 28 de enero en Galicia. El Servicio Galleo de Salud confirmó entonces que el afectado era un varón de 30 años que había viajado a Sudáfrica por trabajo. Este miércoles se ha informado de otro caso en Cataluña, aunque esta vez, es un enfermo sin vinculación con África.
En Reino Unido, donde ya hay 105 casos confirmados, trabajan a contrarreloj para averiguar más sobre esta cepa. Se sabe, por ejemplo, que la PCR que detecta la mutación británica, no destapa la sudafricana. Los ingleses no son los únicos europeos que ya conocen sus efectos. Se han confirmado casos en Austria y Bélgica, donde la trasmisión ya es comunitaria. Otros países como Kenia, Emiratos Árabes Unidos o Japón también presentan positivos de esta mutación.
Los científicos sospechan que este tipo de Covid, el menos estudiado hasta ahora y bautizado como P.1, es más infeccioso que los ya conocidos. Surgido en plena Amazonía, su presencia ya ha sido reportada por ocho países y hay indicios de que es la culpable de la explosión de casos en Manaos, la capital del estado del Amazonas. Las informaciones que llegan hablan de miles de casos que han desbordado los escasos recursos sanitarios de la zona.
Las primeras noticias sobre ella hay que buscarlas el pasado 9 de enero. Ese día, Japón informó de que cuatro viajeros llegados desde Brasil una semana antes presentaban un tipo de coronavirus mutado. Según ha explicado a EFE, José Eduardo Levi, investigador del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad de Sao Paulo (USP), la variante de Manaos acumuló en un breve espacio de tiempo «un número de alteraciones genéticas fuera de lo común», varias de ellas en la proteína «spike» (espiga), de la que se vale el nuevo coronavirus para entrar en las células humanas. En lenguaje llano: es como si el patógeno hubiese mejorado la llave con la que abre la puerta de las células de nuestro cuerpo para infectarlas.
Se han identificado 12 mutaciones únicamente en esa proteína «spike» de la variante brasileña, tres de ellas preocupan especialmente: K417N, E484K, N501Y, cuyas mutaciones se asocian a una mayor transmisibilidad. Lo que se desconoce es si sus efectos en la salud son más graves. Además, su reciente descubrimiento hace que aún no se sepa cómo reacciona a las vacunas. Además de en Japón y Brasil, se han regristrado casos en Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Alemania, Corea del Sur e Irlanda.
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