«La cepa india puede ser la que prevalezca, pero la vacuna sigue siendo eficaz»

El desarrollo del coronavirus responde a la teoría de Darwin sobre la evolución humana. Es decir, el covid va variando, pero solo sus versiones más fuertes sobreviven. De hecho, la mutación india ha hecho que la británica sea ya historia en Reino Unido, donde más del 95% de los positivos son por la Delta. Su facilidad para transmitirse «puede hacer que sea la variante que prevalezca» a corto-medio plazo. «Los virus mutan -añade-, el de la gripe bastante más, pero muchas mutantes no mejoran la anterior».

Lo que hace fuerte a la variante B.1.617.2 es su «gran afinidad por las células humanas, que provoca que desarrolle más fácilmente una infección», explica Reina. De momento, no está demostrado que también cause mayor mortalidad. «Por ahora no hay un estudio que lo confirme», agrega el experto.

Dolor de cabeza y/o de garganta, secreción nasal, fiebre, tos... La sintomatología de Delta es «parecida a la de otras cepas. Lo que puede variar es su capacidad de desarrollar infecciones con dosis más bajas del virus».

Para el microbiólogo de la CUN, las únicas armas que se han demostrado eficaces contra el Covid-19 son la prevención -mascarilla, distancia, higiene...- y la vacunación, fundamentales para que «disminuyan las infecciones, de modo que, cuanto menos circule el virus, menos opciones tendrá de desarrollar mutaciones que supongan una ganancia para su supervivencia». Según Reina, variantes como la Delta, con su habilidad para expandirse, «pueden exigir una inmunidad de rebaño superior al 70% de la población». Y pone como ejemplo el sarampión, «que se transmite muy fácilmente, por lo que se debe vacunar al 90-95% del censo para que la situación esté controlada». Por eso aboga por «impulsar al máximo la vacunación; reducirá el riesgo de reinfectarnos».

El repunte de la pandemia en todo el país ha puesto el foco en jóvenes de 17-18 años, que entre 'no fiestas' y viajes y celebraciones de fin de curso han disparado la incidencia acumulada de positivos en estas edades. No obstante, Reina no es partidario de adelantar su vacunación. «La estrategia que se sigue por edad es correcta. Los más vulnerables son los mayores de 60 años, y en la franja de 60 a 70 hay aún muchas personas por vacunar». Pero pone sobre la mesa un componente clave en las enfermedades infecciosas: «Si la percepción del riesgo es alta, te lleva a tomar precauciones. Pero suele ser baja entre los jóvenes», que, además, «socialmente se relacionan mucho», lo que alimenta el posible contagio. Propone una labor pedagógica para que, «aunque se vacunen, sepan que pueden seguir contagiando y que sus padres y abuelos podrían desarrollar un cuadro grave a partir de su infección».

La supresión de la obligatoriedad de usar este protector al aire libre ha podido contribuir a «una falsa sensación» de que el virus está vencido. Gabriel Reina no lo ve necesario en exteriores «si no hay alta densidad de gente», pero sí en interiores. «Mascarilla, distancia, higiene de manos y vacuna», insiste, son las bazas para doblegar esta crisis epidemiológica.