CCOO cesa a la delegada del sindicato que se vacunó de forma irregular en el hospital Santa Marina de Bilbao

CCOO ha cesado este miércoles a la delegada del sindicato que se encargaba de la visita a varias residencias y centros sanitarios y de asesorar a sus trabajadores tras conocer que había participado en la vacunación irregular que se ha producido en el hospital Santa Marina de Bilbao y que ya le ha costado la dimisión a su director, José Luis Sabas. Según fuentes de la propia organización, la decisión supone que esta persona «dejará de ejercer las funciones de representación de la central».

Las mismas fuentes han remarcado que ha sido este mismo miércoles cuando se han enterado de que esta representante sindical había accedido a esta inoculación de la vacuna de forma irregular. El sindicato entiende que saltarse el protocolo de vacunación «es un hecho de la gravedad suficiente como para tomar las medidas necesarias». Además, ha anunciado que este mismo nivel de exigencia para quienes representan a las Comisiones Obreras «se va a trasladar a la Consejería de Salud del Gobierno vasco a la hora de aclarar los protocolos de vacunación y demandar la transparencia necesaria en la ejecución de los mismos».

El cese fulgurante de la representante sindical de CCOO en el hospital Santa Marina se ha producido apenas unas horas después de que la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, reconociese en el Parlamento vasco que, además del gerente, al menos otras 16 personas ajenas a la asistencia sanitaria recibieron de forma irregular la vacuna en el hospital de Santa Marina: cuatro liberados sindicales, cuatro personas pertenecientes a una congregación religiosa, cuatro trabajadores de la cafetería, dos de las máquinas de vending e incluso dos mensajeros de una empresa de paquetería.

En ELA, sin embargo, no se ha optado por retirar del cargo a su delegado sindical a pesar de haberse vacunado de forma irregular. Tras remarcar que todo este proceso de inoculación a los sanitarios se está caracterizando por la «descoordinación» y la «opacidad», ha explicado que a su representante «estando casualmente en una reunión del Comité de Seguridad y Salud junto con otros delegados, se le indicó que el criterio a seguir en Santa Marina era el de vacunar a toda la plantilla y a todas las personas que como él, de forma habitual, transitan por el centro». Las mismas fuentes han añadido que, además, «se le conminó a vacunarse inmediatamente» ya que la dirección había determinado que, «para seguir haciendo esa labor en condiciones de seguridad y proteger al hospital, debía vacunarse una vez que ya había finalizado la vacunación de toda la plantilla, motivo por el cual recibió la vacuna una vez finalizada la reunión».

Desde la central nacionalista se ha remarcado que en la celebración de la la Comisión Corporativa de Seguridad y Salud mantenida con la Dirección de Osakidetza este martes, desde ELA, ya se mostraron a favor de que los delegados sindicales liberados a tiempo completo, «en tanto en cuanto no realizan labor asistencial, deben ser vacunados junto con el último grupo de prioridad» destinado a estos trabajadores. Y han insistido que esta inoculación debe realizarse «cumpliendo lo que dice el propio protocolo».

Desde UGT, por su parte, han subrayado que «nuestros delegados sindicales en los centros sanitarios se vacunan cuando lo indican las unidades básicas de prevención UBP del centro en que prestan sus servicios». En ese sentido, han puntualizado que, «ni lo tenemos que hacer público ni lo tenemos que ocultar, sencillamente, seguimos los dictados de los servicios de prevención de riesgos laborales. Son los que tienen que señalar quien y cuando debe vacunarse cada trabajador, como así ha sido en este caso». Y han reiterado que «ni hemos presionado a favor ni tenemos que resistirnos en contra, seguimos las indicaciones de estos servicios».