Castilla y León confina Burgos y Aranda de Duero por el repunte de contagios

Castilla y León sigue adoptando medidas estrictas de cara a frenar el avance del coronavirus en su región. Y en esta caso la provincia afectada ha sido Burgos, castigada en los últimos días por un repunte de contagios. Las restricciones previstas por la consejería de Sanidad de la comunidad irán dirigidas a la ciudad de Burgos y a Aranda de Duero, que quedarán confinadas el miércoles y el martes, respectivamente.

En principio, el confinamiento en la ciudad de Burgos se realizará en base al mismo guión de lo implantado ya en otras capitales de la comunidad autónoma en las últimas jornadas, como Palencia, León o Salamanca. Esto es, se procederá a un cierre perimetral del municipio durante un periodo de, al menos, 14 días. Así, si la evolución de la pandemia ofrece una tendencia positiva durante las próximas jornadas, el confinamiento se levantaría en la madrugada del miércoles 4 de noviembre. En caso de que la evolución no sea positiva, se deja abierta la puerta a una posible prórroga como la que ya han sufrido otras ciudades de la comunidad, como Miranda de Ebro.

De esta forma, no se podrá salir ni entrar del municipio de la capital provincial sin causas debidamente justificadas por motivos laborales, educativos, sanitarios, de atención a personas dependientes o causas de fuerza mayor. De momento, no se ha concretado el operativo que se desplegará para controlar las salidas y entradas de la ciudad, si bien, la Policía Local ya está trabajando para colaborar con el Cuerpo Nacional de Policía en todo lo necesario durante las próximas jornadas, tal y como ha confirmado el alcalde, Daniel de la Rosa, encargado de dar los detalles del decreto esta misma mañana.

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Además, el decreto de la Junta, que se publicará mañana en el Boletín Oficial de la Comunidad (Bocyl), incluye otras restricciones, centradas fundamentalmente en los sectores del comercio y la hostelería. En ambos casos, los aforos se verán limitados al 50% y se reducirá aún más el horario de cierre. En el caso del comercio, los establecimientos deberán echar la persiana, como muy tarde, a las 22.00 horas. En el caso de la hostelería, no se podrán admitir nuevos clientes a partir de esa misma hora, si bien, el cierre deberá producirse, como muy tarde a las 23.00 horas. Sólo podrán permanecer abiertos aquellos establecimientos con servicio de comida a domicilio.

Eso sí, en principio, el Ayuntamiento no impondrá mayores restricciones que las que ya tiene establecidas en su ámbito competencial, por lo que las actividades y centros municipales continuarán funcionando como hasta ahora. Al menos, «a corto plazo». Según ha subrayado el alcalde durante su comparecencia, la decisión de la Junta viene totalmente determinada por la evolución de la pandemia en las últimas jornadas. Ya la semana pasada, el Ayuntamiento hizo un llamamiento público a la responsabilidad ciudadana a la vista de que el volumen de contagios acumulado no hacía sino crecer. Ya entonces, parecía que la capital estaba abocada al cierre antes o más tarde. Finalmente, este fin de semana se ha superado la barrera de los 500 contagios acumulados en catorce días por cada 100.000 habitantes, el criterio impuesto por Sanidad para decretar medidas de contención adicionales. Y la decisión se ha fraguado esta misma mañana.

En este sentido, De la Rosa ha insistido en que «de manera muy mayoritaria, los burgaleses han interiorizado las medidas que las autoridades sanitarias han venido estableciendo» y han demostrado un «comportamiento ejemplar». Sin embargo, lejos de contener el número de contagios, estos no han hecho sino incrementarse. «No es nuestra culpa», ha sentenciado al tiempo que incidía en que la posición geográfica de Burgos, clave en muchos aspectos, está jugando en contra de la ciudad en esta materia.

Así, el alcalde ha aprovechado para volver a hacer un llamamiento a la ciudadanía. «Estamos en una situación muy similar a la de marzo o abril». De esta forma, y aunque «ahora no tenemos estado de alarma, debemos actuar como si lo hubiera», limitando los contactos sociales al mínimo y «permaneciendo en nuestras casas» todo lo que sea posible, cumpliendo, además, la limitación de seis personas para las reuniones. Y es que, según ha subrayado, «el principal escenario de brote es nuestro entorno de confianza», aunque obviamente en otros ámbitos «hay riesgos» de contagio.

En 14 días, en Burgos se han acumulado 1.033 PCR positivas en los centros de salud, por lo que se acumulan 551 casos por cada 100.000 habitantes. Salvo tres zonas básicas de salud, el resto superan la incidencia de 500 casos por 100.000 habitantes, en función del número de positivos registrados en catorce días en relación con sus tarjetas sanitarias asociadas.

La peor situación se encuentra ahora mismo en Gamonal Antigua y Los Comuneros, con 785 y 764, respectivamente. En Santa Clara se eleva a 713 y en Los Cubos a 639 casos, mientras que son 561 en San Agustín y 560 en el Cristóbal Acosta. En el García Lorca se acumulan 537 y en Las Huelgas. 508. Por debajo de los 500 están el centro de salud López Saiz, con 434; el José Luis Santamaría, con 354; y Las Torres, con 294.

En el caso de Aranda de Duero, la Junta ya ha publicado en el Bocyl las medidas sanitarias preventivas para la contención del virus, con restricción de la entrada y salida de personas del municipio, salvo para aquellos desplazamientos adecuadamente justificados. Además, entre otras medidas, los bares deberán cerrar como muy tarde a las 23.00 horas y su aforo quedará reducido al 50% tanto en el interior como en el exterior.

«Según consta en el informe de la Dirección General de Salud Pública de fecha 18 de octubre de 2020, el municipio de Aranda de Duero presenta una situación epidemiológica que evidencia la necesidad de adoptar medidas de prevención que afectan a la movilidad y circulación de las personas, así como al desarrollo de diversas actividades», detalla el documento.

Este domingo la localidad superó los parámetros para el confinamiento al registrarse tasas de 790 casos y 482 casos en los en los centros de salud Norte y Sur, respectivamente. Esta orden supone el segundo periodo de confinamiento perimetral para la localidad arandina en esta segunda ola, ya que estuvo ya sometida a medidas similares entre el 7 y el 21 de agosto.