Brote en un convento de Sondika

Las fuentes consultadas en la congregación no quisieron entrar en más detalles sobre cómo se encuentra el resto de monjas -muchas de ellas de edad avanzada- y se limitaron a explicar que «poco a poco van a mejor». También explicaron que Osakidetza está muy pendiente de su evolución y que cuentan con el apoyo de personas externas para ayudarles en estos momentos complicados.

El brote en el convento, ubicado en Aresti Bidea, se produce en un momento en el que la localidad de Sondika presenta también datos preocupantes por la incidencia del coronavirus. Con una población de algo más de 4.500 habitantes, el municipio tiene en la actualidad una tasa de 757 casos por cada 100.000 habitantes. Es decir, presenta unos niveles de contagios superiores a los de la media general de Bizkaia, que ya está en alerta roja por la evolución de la pandemia.

En el caso de Sondika las preocupantes cifras se deben, sobre todo, a los 19 contagios que se contabilizaron el pasado jueves. Al día siguiente, la localidad sumó otros dos casos más. Pero en las últimas cuatro jornadas apenas se han contabilizado dos nuevos positivos. Según las fuentes consultadas por este diario, el brote en el convento de las hermanas Franciscanas Misioneras de María se detectó de forma oficial la pasada semana, precisamente en los días en los que las pruebas dispararon los positivos en el municipio.

El brote en el convento de Sondika no es el primero que afecta a una institución religiosa en Bizkaia. El Covid-19 también golpeó con fuerza en la primera ola de la pandemia a los hermanos menesianos del colegio Berrio Otxoa de Bilbao. Sucedió entre finales de marzo y principios de abril. Seis de los religiosos, que tenían entre 76 y 97 años y compartían residencia en el barrio de Santutxu, fallecieron en apenas ocho días. Unos días después perdió la vida otro de sus compañeros.