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La campaña vasca de vacunación marcha mal, pero no sólo por la escasez de dosis. Sindicatos y organizaciones profesionales coinciden al describir el proceso como «caótico» y «desastroso», debido tanto a la descoordinación existente por parte de Osakidetza como a la falta de criterios ... claros sobre cuestiones diversas, que van desde la priorización de los colectivos a inmunizar hasta el uso que debe darse a las vacunas sobrantes al final de una jornada. Como consecuencia del desorden reinante hay organizaciones, como Tolosaldea, donde se ha protegido ya al 90% de los sanitarios, frente a otras, como el hospital de Gorliz -considerado de segunda línea de priorización- donde apenas se ha llegado al 3,8%.
Gotzone Sagardui | Consejera de Sanidad
«Se están poniendo vacunas, muchas veces al 'tun-tun' porque sobran y no se tiene claro qué hacer con ellas», protesta la portavoz en Bizkaia del sindicato de enfermería SATSE, Amaia Mayor. La delegada sindical defiende la necesidad de un protocolo más concreto que el actual, y un mayor control sobre cada una de las dosis para lograr un «reparto más equitativo», una distribución que evite tener que buscar candidatos a última hora para las vacunas sobrantes de las residencias. «Osakidetza tiene medios para elaborar listas de personal, contactar con ellos y ofrecerles el excedente diario», plantea.
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La ralentización del proceso comienza a preocupar a los profesionales sanitarios. «Unos centros tienen a toda su plantilla vacunada y otros muy poca. Una organización se queja -describe el presidente del Consejo vasco de Colegios de Médicos de Euskadi, Manuel García Bengoetxe- y al día siguiente le llega una partida. ¿Con qué criterio. ¡Pues no se sabe! No se entiende nada», resume Bengoetxe.
Manuel García Bengoetxea | Consejo Médicos de Euskadi
Ocurrió así hace quince días, cuando Osakidetza suspendió la inoculación de primeras dosis al personal sanitario de primera línea, debido al parecer a un fallo de planificación. Los hospitales de Basurto y Bidasoa expresaron su malestar y, al día siguiente, el Servicio Vasco de Salud les envío una remesa, 1.000 dosis en el caso del centro vizcaíno. Otro ejemplo; SATSE anunció ayer el inicio de movilizaciones a partir de hoy por la falta de un calendario de vacunación en la red privada. Ayer mismo, IMQ recibió la confirmación del Departamento de que mañana comenzará a vacunarse a los profesionales del hospital de Zorrozaurre.
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Las diferencias entre centros, con datos del 7 de febrero, dan prueba de todo ello. Ese día se había vacunado el 44,6% de los trabajadores de Basurto, frente al 89% de San Eloy y el 30% de la OSI Araba, que engloba Vitoria. La red de Emergencias se situaba en el 28%. En un término medio figuraban Cruces (48,43%) y Bidasoa (46,5%). El hospital de Donosti estaba algo mejor, 56% de la plantilla protegida. La red de Salud Mental, que los sindicatos estiman que debiera ser prioritaria por las dificultades de los pacientes para cumplir las normas básicas de prevención, apenas se ha vacunado. Bizkaia, el 2%; Alava, 10% y Gipuzkoa, 1,14%.
Ignacio Sanroma | Sindicato Médico de Euskadi
La falta de criterios está ralentizando la inmunización de toda la sociedad, según criticó ayer el presidente del Sindicato Médico de Euskadi, Juan Carlos Blázquez, que fue tajante al valorar la situación en declaraciones a Radio Bilbao: «El proceso está siendo desastroso, caótico. Falta una hoja de ruta que determine dónde estamos y qué queremos».
La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, estimó ayer que está ya vacunada un 33% de la plantilla de Osakidetza. Un total de 57.000 vascos han recibido su primera dosis y 42.600 también la segunda. Esta semana, Euskadi cuenta con 19.890 nuevas dosis de Pfizer/Biontech, 10.500 de AstraZeneca y ninguna de Moderna. «Hay muchas incertidumbres y las vacunas llegan con distintas incidencias», explicó la responsable del Departamento.
Amaia Mayor | Sindicato de enfermería SATSE
En la Ertzaintza, también se acumulan las críticas. En este caso, dos son los puntos conflictivos: los 2.040 agentes mayores de 55 años (27,5% del total) que no podrán recibir el preparado de AstraZeneca -ya que su uso está aprobado para personas de entre 18 y 55 años- y los cerca de 500 policías que han pasado la enfermedad.
El Departamento de Seguridad también planea comenzar mañana la vacunación entre los agentes de la Policía autonómica. La idea es que, en dos o tres semanas, se pueda completar el proceso. Hasta aquí, todo correcto. El problema es que no existe un «ningún tipo de plan» para los ertzainas más veteranos ni para los que han pasado la enfermedad. El sindicato ERNE, mayoritario en la Ertzaintza, tiene previsto presentar una denuncia en los juzgados porque considera que se está «improvisando» y, por extensión, se pone en riesgo la salud de estos trabajadores.
57.000 vascos han recibido su primera dosis, 42.600 también la segunda, y también un tercio de los sanitarios de Osakidetza.
3,8% de los sanitarios de Gorliz se han vacunado. El centro no se considera prioritario a pesar de atender a pacientes crónicos y mayores. En San Eloy, el 89%.
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