Sanidad descarta el virus de Marburgo en el caso sospechoso de Valencia

La Comunidad Valenciana había activado este viernes el protocolo de actuación ante este virus, que tiene una alta letalidad. El paciente, que se encuentra aislado en el hospital La Fe de Valencia, presentaba síntomas compatibles con la enfermedad. Se trata de un hombre de 34 años que estuvo en Guinea Ecuatorial durante un periodo de tiempo en el que se intuyen que pudo incubar y desarrollar la enfermedad. Este país declaró el pasado 13 de febrero la alerta sanitaria por un brote de virus de Marburgo que ya ha provocado la muerte de varias personas en la provincia de Kie Ntem, cerca de la frontera con Camerún.

Las muestras biológicas del paciente que se encuentra en el centro sanitario valenciano habían sido remitidas al laboratorio referente del Instituto de Salud Carlos III de Madrid para la posible confirmación del caso. Previamente este hombre había sido trasladado desde un hospital privado, antes de ser ingresado, siguiendo el protocolo, en la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia, que garantiza la seguridad tanto de sus cuidados como la protección a los profesionales sanitarios que lo tratan.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de la peligrosidad de este virus, que con un periodo de incubación de entre 5 y 10 días, provoca una enfermedad hemorrágica febril que comienza de manera brusca con dolor muscular y de cabeza, además, de fiebre, una rápida debilidad y un fuerte dolor de garganta. Según se recoge en un informe del Ministerio de Sanidad, entre el 50 y el 80% de los pacientes padecen además síntomas gastrointestinales, molestias abdominales, náuseas intensas, vómitos y diarrea entre unos dos y cinco días.

La intensidad de la enfermedad se incrementa a los 5-7 días con erupción maculopapular y síntomas hemorrágicos como petequias, sangrado de mucosas y gastrointestinales. Además, y tal y como se refleja en el informe, los síntomas neurológicos (desorientación, convulsión y coma) pueden ocurrir en etapas posteriores de la enfermedad. La transmisibilidad comienza cuando se desarrollan los síntomas y ésta persiste mientras haya virus en la sangre.

Los varios fallecidos que se han registrado en Guinea Ecuatorial han conllevado el aislamiento de varias decenas de personas. Para prevenir la expansión del brote decretaron además numerosas zonas en cuarentena, tras señalar en un comunicado el Ministerio de Sanidad del país africano haber detectado una «situación epidemiológica inusual». La tasa media de letalidad de esta enfermedad oscila en torno al 50%. Durante los últimos brotes, estas tasas han oscilado entre el 24% y el 88% en función de la cepa vírica y del tratamiento de los casos. Se considera que el huésped natural del virus de Marburgo es el murciélago de la fruta. El virus se transmite de estos animales al ser humano y se propaga entre estos directamente.

La transmisión entre personas ocurre por contacto directo de la piel lesionada o las mucosas con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de personas infectadas, así como con superficies y materiales contaminados con dichos líquidos, como ropa personal o de cama. También se puede dar esta transmisión en las ceremonias funerarias en que los dolientes tienen contacto directo con el cuerpo del difunto. La infectividad persiste mientras haya virus en la sangre.

El inicio de la transmisibilidad está relacionado con la viremia y con la aparición de los primeros síntomas, si bien durante el periodo de incubación, en el cual las personas infectadas están asintomáticas, no se detecta el virus en sangre ni en los fluidos corporales por lo que no se transmite el virus. Por tanto, la transmisibilidad comienza cuando se desarrollan los síntomas.

Actualmente no existe tratamiento específico para combatir esta enfermedad, aunque la terapia de apoyo (líquidos intravenosos, oxígeno suplementario, electrolitos...) puede mejorar significativamente el resultado clínico. No obstante, se están desarrollando algunos productos farmacéuticos como inmunoterapéuticos, interferones o antivirales para combatir la enfermedad.

Concretamente, antivirales como faviparavir y remdesivir parecen ser ventajosos en primates no humanos, pero aún no hay evidencia clara de su beneficio en el humano. Tampoco hay ninguna vacuna autorizada, aunque la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha autorizado las vacunas 'Zabdeno' y 'Mvabea' para la profilaxis posexposición de la enfermedad por el virus del Ébola.